Con este mes cumplo ya siete meses sin fumar, pensé que dejar de fumar sería difícil y que sufriría mucho con la ansiedad, pero la verdad es […]
Con este mes cumplo ya siete meses sin fumar, pensé que dejar de fumar sería difícil y que sufriría mucho con la ansiedad, pero la verdad es que he disfrutado mucho del proceso, pues este ha sido uno de los momentos más liberadores de mi existencia.
Dejar de fumar: pan comido
Además, ha resultado mucho más fácil de lo que yo creía, y eso que yo era una fumadora de peso pesado: llevaba más de 10 años fumando, prefería no comer a quedarme sin cigarros, fumaba de 6 a 12 cigarrillos al día y los restaurantes y cafeterías que no tenían servicio de terraza eran un gran no para mí; simplemente no podía estar allí, sentía mucha ansiedad y coraje por la prohibición.
Un método sencillo para dejar de fumar
Pero llegó un día en el que decidí ya no hacerlo más. Ahora soy una persona más saludable y más feliz.He de decir que no utilicé ningún sistema 100% comprobado, ni asistí a una terapia de hipnosis, ni me puse parches. El método que elegí fue más sencillo y muchísimo menos costoso. A continuación te comparto los pasos que yo seguí. Tal vez a ti también te sirvan.
Tips para dejar de fumar que a mí me funcionaron
- Hazte consciente del daño que te hace.
Para mí comenzó con la falta de aire al caminar; luego mis labios se empezaron a manchar. Pero eso no fue lo peor: yo sentía cómo el humo del cigarro se quedaba en mi rostro y lo secaba poco a poco. También mi cabello sufría las consecuencias y no pasaba un mes sin que tuviera orzuela. Esa sensación cada vez fue creciendo hasta que simplemente se hizo insoportable, pero incluso así, no podía dejar de fumar. Había algo en mí que se aferraba al maldito cigarro.
- Júntate con alguien que odie el cigarro, pero que te quiera y te diga todo el tiempo que fumar no es bueno.
Cuando tienes el hábito de fumar, tener a una persona así es lo más odioso que te puede pasar. Pero, cuando tu cuerpo comienza a fallar por toda la nicotina y el humo que le has metido, una persona así será tu mayor aliado. En mi caso, mi novio fue una gran ayuda: no pasaba un momento en el que no me dijera que estaba preocupado por mi salud. Hasta que un día, discutimos sobre mi forma de fumar un cigarro tras otro y, entonces, entendí que todo lo que me decía en realidad era por mi bien. Un 17 de noviembre de 2014, gracias a sus palabras, decidí dejar de fumar.
- Utiliza un sustituto
Es necesario dejar de tajo el cigarro, nada de “reducir” la cantidad que fumas, porque eso simplemente no funciona: un día de fiesta seguro te permitirás más cigarillos y entonces volverás al vicio. Lo que sí puedes hacer es, una vez que decidiste ya no fumar, buscar un sustituto; en mi caso, me funcionó muchísimo el cigarro electrónico. Pero no lo utilicé como si fuera tabaco, porque tampoco funciona, en lugar de eso, no fumaba absolutamente nada durante el día y, en la noche, cuando llegaba a mi casa, aspiraba unas cuantas veces el vapor y ya. Esto lo realicé durante una semana, después lo dejé, ya que no quería cambiar una adicción por otra.
- Hazte consciente de los beneficios de no fumar
Tan solo una semana después de fumar, mi piel se veía mejor, ya no me daba tanta sed, mi piel olía bien y no me cansaba al caminar. Además, me sentía libre: podía entrar a cualquier lugar sin sentir ese enojo por no fumar, no tenía que apartar siempre dinero para comprar cigarros, ni me daba ansiedad cuando se acababa la cajetilla. En verdad me la estaba pasando muy bien.
Así ha sido hasta ahora, no digo que ha sido completamente miel sobre hojuelas: sobre todo en las fiestas me costaba mucho trabajo superar la ansiedad, pero poco a poco lo he logrado. A veces me pregunto si volvería a fumar y rápidamente llego a la conclusión de que no: mi vida es mejor sin el cigarro.
