A todas las mujeres nos ha pasado: somos criticadas por nuestros «cambios de humor»; que lloramos por todo, que nos enojamos a la más mínima provocación, que […]
A todas las mujeres nos ha pasado: somos criticadas por nuestros «cambios de humor»; que lloramos por todo, que nos enojamos a la más mínima provocación, que comemos mucho, que ya tenemos sueño… y ni siquiera estamos en nuestros días. ¿Entonces qué nos pasa?
Seguramente, habrás oído acerca de la depresión y sabes que no necesariamente significa sentir una tristeza pasajera. La depresión es mucho más profunda y a veces aparece de manera inexplicable. La respuesta la tiene una simple hormona: la serotonina.
Este neurotransmisor es el encargado de regular el estado de ánimo, el sueño y el hambre. Su deficiencia llega a impactar en muchos puntos importantes de nuestro comportamiento y no sólo por que seamos mujeres. Aunque aquí podemos darles un poco la razón: las mujeres somos más propensas a tener niveles bajos de serotonina y hasta hay personas que no la producen en lo absoluto.
Algunos síntomas de que tus niveles de serotonina no son los adecuados son:
- Problemas de sueño (ya sea que duermes mucho o tienes insomnio)
- Irritabilidad
- Negatividad y obsesión
- Problemas de concentración
- Sensibilidad emocional
La buena noticia es que existe la posibilidad de regular nuestro nivel de serotonina (o al menos ayudar a que sus niveles sean estables) de una forma natural, consumiendo alimentos ricos en triptófano, precursor de la serotonina. Podemos encontrarlo fácilmente en el pescado, espinacas, almendras, salmón, chocolates, fresas y muchos otros alimentos.
Recuerda que si los problemas persisten o los síntomas empeoran, lo mejor es olvidarte del qué dirán y ver a un profesional. ¡A muchísimas nos ha pasado!
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