Muchas veces no somos conscientes sobre los cuidados del pene. Para que no les ocurra un episodio vergonzoso a la hora de la intimidad sigue leyendo y […]
Muchas veces no somos conscientes sobre los cuidados del pene. Para que no les ocurra un episodio vergonzoso a la hora de la intimidad sigue leyendo y te diremos todo lo que tienes saber sobre el aseo se este fálico amigo.
El pene de tu pareja debe asearse a diario con agua y jabón. Para esto hay que procurar utilizar un un jabón suave con glicerina que no irrite la piel.
Si bien los penes circuncidados son más fáciles para asear, para todos aquellos que no tienen esta operación es necesario retraer completamente el prepucio para que el glande quede fuera y puedas quitar el esmegma.
Un lavado incorrecto puede provocar la acumulación de esmegma una sustancia blanca y muy desagradable a la vista y el olfato que se forma a partir del sudor, la humedad y la acumulación de células muertas. Puedes comenzar observando y retirarlo con un pañuelo para un aseo más certero.
Si tienen una relación sexual estable con la pareja y deciden no usar condón, es necesario que se lave con agua tibia después de la relación.
Es necesario utilizar ropa interior masculina de algodón, no apretada y lavarla con agua y jabón.
Si la zona genital suda en abundancia, la humedad prolongada puede provocarle hongos. Te recomendamos usar talcos para mantenerla seca.
Es importante lavar también testículos, inglés y toda el área púbica en general después de un realizar actividades físicas.
¡Una podadita!
Recortarse el vello púbico puede ser otra opción para no acumular malos olores. Al depilarlo procura realizarlo con cuidado puedes lastimarlo e infectarlo.
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