Las toallas femeninas son parte de nuestras compras mensuales desde los 10 o 12 años. ¿Sabías que hay otras alternativas? «¿Traes una toalla?» es una frase que […]
Las toallas femeninas son parte de nuestras compras mensuales desde los 10 o 12 años. ¿Sabías que hay otras alternativas?
«¿Traes una toalla?» es una frase que todas hemos escuchado o dicho. Que si anatómica, con olor a manzanilla, que con bandas de gel…
Todas hemos usado toallas femeninas, otras tantas tampones, pero pocas veces nos dicen que hay muchas más alternativas.
El mundo no se reduce a nocturna o con alas.
Antes de las toallas femeninas desechables, las abuelitas utilizaban toallas de tela de algodón.
Hoy en día, hay de varias formas y tamaños, y se pueden fabricar en casa o comprar por internet o con distribuidoras naturistas.
Muchas chicas que las usan aseguran que son más cómodas que las sintéticas, no irritan, son lavables y reutilizables, lo que disminuye tus gastos, así como la huella ecológica.
Ojo: Dependiendo de la marca, tienen una vida útil de entre uno o varios años.
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Tal vez es la alternativa de moda. Está hecha con silicón de grado médico y tiene forma de una copita (obvio, ¡duh!).
Existen dos tallas según tu flujo, edad y si has tenido hijos. Puede parecer que son caras pero tienen una vida útil de entre 5 y 10 años.
Antes de usarla es necesario hervirla por 5 minutos para esterilizarla y debes vaciarla entre cada 6 0 12 horas. ¡Se te olvida que te está bajando!
Cada vez que la vacíes basta con lavarla con agua del lavabo y reintroducirla. ¡No se siente!
Entre sus mayores ventajas está que es reutilizable, no produce irritación, inflamación o infecciones, se puede dormir con ella y dura años.
Ojo: Se han empezado a comercializar algunas versiones chinas con materiales poco sanitarios y riesgosos para la salud.
Investiga antes de comprarla y asegúrate de que está fabricada con silicón de grado médico.
Leíste bien: esponjas marinas. Antes de utilizarlas, hay que mojarlas con agua tibia, exprimirlas y colocarlas. La esponja se expande y se adapta a la forma de la vagina.
Durante el ciclo menstrual sólo hay que retirarlas y lavarlas con agua para volverlas a utilizar.
Entre sus ventajas está su origen natural, no contienen dioxinas ni fibras sintéticas y son reutilizables. Pero no son una opción si eres vegana.
Ojo: aAl ser un elemento biológico, puedes presentar alergias.
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Ni son pañales para adultos ni toallas femeninas de tela, es ropa interior aparentemente común, igual a la que usamos todos los días.
Están compuestas por capas absorbentes y antibacteriales que libran a las mujeres de usar toallas, tampones, copas menstruales o demás, o como método antisalpicaduras.
Existen en varios modelos, uno más sexy que el anterior, y según el modelo pueden absorber hasta el equivalente a 2 tampones.
Entre las ventajas está que son reutilizables y se lavan como el resto de la ropa interior, además de ser resistente a las manchas y son antiolores. ¿Quieres comprar un par? Consíguelas aquí.
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Lo mejor de todas estas opciones es que son ¡súper discretas!
¿Qué te parece? ¿Te gustaría robar alguna de estas alternativas?
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