Preferir las soluciones naturales, sobre todo el bicarbonato, a los desodorantes que se venden en las tiendas no solo es cuestión de economía, sino también de salud. […]
Preferir las soluciones naturales, sobre todo el bicarbonato, a los desodorantes que se venden en las tiendas no solo es cuestión de economía, sino también de salud. Los productos industriales contienen sales de aluminio, cuya inocuidad está bastante cuestionada. Además, su aroma con frecuencia interfiere con nuestro perfume, lo cual no resulta agradable.
La solución sencillísima:
Diluye 1 cucharadita de bicarbonato sódico o de sodio en 1 vaso de agua y da unos toquecitos en las zonas deseadas con un algodón o un algodón para desmaquillar. Este método es más práctico que espolvorearse las axilas con bicarbonato, y al mismo tiempo deja menos manchas.
Una barra de bicarbonato:
El bicarbonato sódico o de sodio limita la proliferación bacteriana, responsale de los olores molestos; además, absorbe en parte la transpiración, aunque sin impedirla. Mezcla 1 cucharada de bicarbonato, la misma cantidad de fécula de patata o papa, o de maiz (actúa como aglutinante), 2 gotas de aceite esencial de salvia romana y un poco de agua tibia a fin de obtener una pasta homogénea. Forma una bola aplanada y deja secar. Bastará con que te pases esta barra por las axilas o por los pies humedecidos para neutralizar los olores por la transpiración.
Un aerosol hecho en casa:
Vierte en un vaporizador pequeño los siguientes ingredientes: 1 vaso de agua mineral o destilada, 1/2 cucharadita de agua de hamamelis, 1 cucharadita de glicerina vegetal, 2 cucharaditas de aceite de almendras dulces, 2 gotas de aceite esencial de salvia romana, 2 gotas de aceite esencial de ciprés y, por último 2 cucharaditas de bicarbonato sódico o de sodio. Mézcalo bien y vaporiza esta preparación en las axilas o los pies, y déjalos secar antes de vestirte.
Desodorante y antitranspirante:
Un desodorante no regula la transpiración, sino que limita la proliferación de las bacterias responsables de los malos olores. Por tanto, contiene, entre otros, un agente antibacteriano y perfume. Un antitraspirante reduce la transpiración y elimina las bacterias gracias a un principio activo, tipo sal de aluminio. También contiene otros activos, entre ellos perfumes, para ocultar los olores residuales.
Una infusión de salvia:
Toma salvia en infusión a razón de 15 o 20 g por litro de agua hirviendo, 3 veces al día o bien en grageas de polvo total criotriturado (método de fabricación), en una dosis de 2 tazas al día, al medio día y por la noche, con las comidas.
Un desodorante a base de arcilla:
Como absorbe olores y humedad, la arcilla constituye un excelente desodorante y antitranspirante para pies y axilas. Espolvorea las zonas deseadas con caolín extrafino o ultraventilado y estarás protegida todo el día, y sin productos químicos. Es posible preparar un desodorante casero mezclando unas gotas de aceite esencial de salvia romana, limón o lavanda con 100 g de arcilla en polvo, que deberás conservar en un recipiente de cristal cerrado.
¡Lo más importante es cuidar tu salud! Toma las recomendaciones que más te funcionen…
Con información de: Los consejos de las abuelas, Larousse
También te puede interesar leer:
5 remedios caseros para eliminar el mal aliento