Si a pesar de que haces bastante ejercicio y pasas horas en el gimnasio aún no ves resultados, la culpable puede ser tu alimentación. Tal vez estás comiendo en […]
Si a pesar de que haces bastante ejercicio y pasas horas en el gimnasio aún no ves resultados, la culpable puede ser tu alimentación. Tal vez estás comiendo en exceso y no te has dado cuenta aún. ¡Mira cuáles pueden ser las razones!
Seguramente has oído que nuestro cerebro participa activamente al momento de comer. ¿No te ha pasado que llevas tu comida en un tupper a la oficina con la misma porción que comes en tu casa y te parece poco? Lo más seguro es que entonces salgas a comprar otra cosa por que te quedaste con hambre.
2. Comes muy rápido
La saciedad tarda entre 20 y 25 minutos en ser procesada por el cerebro, por lo que si estás comiendo demasiado rápido no le estás dando tiempo a tu cerebro de sentirse satisfecho.
3. Comes cuando estás distraído
Muchos estudios han determinado que si comes cuando estás distraído, tu cerebro no terminará de asimilar que ya fue la hora de comer y te seguirá pidiendo comida. No sólo vas a consumir más cuando estás distraído, sino que también tendrás hambre antes y después de comer.
4. No escuchas a tu interior
De acuerdo a estudios realizados por el Food and Brand Lab de la Universidad de Cornel, escuchar a tu cuerpo es un punto vital para entender qué es lo que necesita. Tal vez tu cuerpo no te está pidiendo tanta comida pero estás tan acostumbrada a comer cierta cantidad que no te importa y lo consumes aún así.
5. Te la pasas todo el día «botaneando«
Es cierto que comemos de acuerdo al plato que tenemos en frente, por lo que si te vas a poner a ver una película con un plato inmenso de palomitas en frente, lo más probable es que acabes terminándotelo tu solita. Y así pasa con todo lo que te ofrecen: las galletitas de la junta de las 10 am, los dulces de la recepcionista, las papas de la reunión con tus amigos, etc.
¡Identifica estas 5 señales y evítalas!
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