Hay quienes piensan que sí y hay quienes piensan que no; pero ¿será que los hombres de ahora le temen a matrimonio? Reflexionemos al respecto. El otro […]
Hay quienes piensan que sí y hay quienes piensan que no; pero ¿será que los hombres de ahora le temen a matrimonio? Reflexionemos al respecto.
El otro día platicaba con mi amiga Almita sobre un hombre con el que llevaba saliendo varios meses. La pobre estaba muy triste porque después de casi un año juntos, el malvado le dijo que se sentía asfixiado y que mejor quedaran como amigos. En opinión de la dolida Almis los hombres de ahora le temen al matrimonio. Pero, ¿tendrá razón en pensar eso?
Lo cierto es que la sociedad cada vez es más libre y está menos dispuesta a dejarse «atar». Sin embargo, esto sucede tanto en hombres como mujeres, no es una cosa solo de ellos. Quizá hoy en día estamos más conscientes de que la vida puede llevarnos a donde cada uno quiera y por eso nos parece poco motivador «amarrarnos» a un compromiso tan serio sin darle unas cuatro o cinco vueltas mentales antes…
¿Los hombres de ahora le temen al matrimonio? Yo pienso que no. Quizá lo rechacen ¡pero no le tienen miedo! La sensación que a muchos de ellos (y muchas de nosotras) nos provoca la sacrantísima institución matrimonial es distinta; más que temor es apatía. No nos motiva la idea de casarnos porque lo vemos como una limitante, es como si creyéramos que una vez casados nuestra vida juvenil se acabó.
En ese sentido, reconozcamos que son pocos los que quieren envejecer y tener una existencia «seria». Ya sabes: hijos, familia, perro, mini van, hipoteca… En la actualidad, tanto ellos como nosotras sabemos (o al menos hemos visto en el cine) que la felicidad tiene muchos rostros y la vida puede ser una maravillosa aventura si nos dejamos «despeinar» un poco por sus sorpresas.
Regresando a mi amiga Almita, quizá la del problema es ella y no ese «desgraciado» que la cortó. Poniéndonos del lado del hombre, por lo menos fue honesto al hablarle de sus sentimientos y demostró saber lo que quiere para su futuro. En cambio Alma… Alma se ha comprado las ideas que le enseñó su mamá sobre la pareja. Pero no es que esté mal querer encontrar un hombre para casarse, solamente hay que respetar y no ver como «tocados por el diablo» a aquellos chicos que tienen otras expectativas de la vida.
¿Los hombres de ahora le temen al matrimonio? No lo creo. Simplemente tienen otros planes y metas que lograr, antes de decir «sí, acepto».
