¿Cómo conseguir placer sexual? ¡Qué pregunta tan difícil! O mejor dicho, ¡qué respuesta tan amplia! Podríamos pensar que depende de la habilidad de nuestro amante, de lo […]
¿Cómo conseguir placer sexual? ¡Qué pregunta tan difícil! O mejor dicho, ¡qué respuesta tan amplia! Podríamos pensar que depende de la habilidad de nuestro amante, de lo arriesgadas que somos en la cama, de si nos gusta el sexo o no tanto, de la etapa de la vida por la que estamos pasando, de lo que nos enseñaron sobre sexualidad… y lo cierto es que todo eso influye en nuestra capacidad para alcanzar el tan anhelado orgasmo.
También cuenta nuestra salud, nuestra autoestima, los mitos que hemos aprendido sobre el sexo y qué tan honestas somos con nuestra pareja. A continuación vamos a explorar todas estas áreas, las cuales resumimos en cuatro ángulos desde donde podemos observar el placer sexual para entenderlo y así vivirlo plenamente. ¿Nos acompañas?
1. El placer, la salud y el cuerpo
El primer factor que interviene en el disfrute sexual es el físico: ¿tu cuerpo está en condiciones para experimentar placer o no? De acuerdo con el sexólogo Juan Carlos Acosta, tenemos que asegurarnos que no exista ningún transtorno fisiológico u hormonal que esté dificultando que nuestros estímulos sexuales se despierten con total libertad. «En chicas jóvenes, por ejemplo, ciertas infecciones vaginales o urinarias pueden impedir que su respuesta sexual se lleve a cabo de forma adecuada».
2. El placer desde la cultura y la sociedad
El contexto sociocutural en que nos desarrollamos influye muchísimo en nuestra manera de disfrutar la sexualidad. Está claro que en nuestro país las cuestiones morales todavía juegan un papel muy importante en este sentido, pues aunque la virginidad es un concepto que está pasando de moda (afortunadamente), aun prevalece la creencia de que una mujer, en lo ideal, debe tener menos experiencia sexual que su pareja.
«Aun las mujeres jóvenes, con buen nivel académico y laboralmente productivas podrían no permitirse disfrutar una relación sexual con tal de no verse demasiado vividas o por no ofender al novio al tratar de guiarlo. Piensan que si proponen algo podrían ser juzgadas como fáciles», asegura el sexólogo Juan Carlos Acosta.
3. El placer desde la autoestima
Otro aspecto determinante para el disfrute sexual es nuestra autoestima, ya que esta indica qué tan merecedoras nos sentimos de experimentar cualquier clase de placer. Cuando una persona asume internamente que tiene derecho a gozar del sexo (con su pareja o con ella misma) y a lograr los orgasmos más increíbles del mundo, su actitud para conseguirlos se vuelve más abierta y propositiva.
«Una mujer con buena autoestima va a dejar la luz encendida, va a querer que admiren su cuerpo, se va a sentir segura de mostrar diferentes posturas sexuales, va a permitir ser tocada sin cuidarse de dónde la acarician y cómo lo hacen. Es una mujer que va a proponer en la cama, que quiere enseñar y que quiere guiar. Es alguien que conoce a la perfección su mapa erótico porque se masturba con frecuencia», ejemplifica el sexólogo Juan Carlos Acosta.
4. El placer desde la pareja
¿Cómo entender el disfrute sexual sin considerar a nuestra pareja dentro de la ecuación? No es obligación del hombre proveernos de orgasmos increíbles, pero es necesario que los dos estemos en sintonía para lograr mejores resultados. Esto se consigue, primero que nada, con buena comunicación. Necesitamos ser capaces de hablar abiertamente con él sobre lo que nos gusta que nos haga y cuáles son las zonas del cuerpo que más nos prenden. Hay que entender de una vez por todas que la mayoría de los hombres no saben mucho más que nosotras sobre sexo (su educación sexual también fue deficiente) y que nadie les puede mostrar lo que nos vuelve locas mejor que nosotras mismas.
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