Tener intimidad es crucial en una relación, te hace sentir conectado con la otra persona. Ambos se sienten extremadamente vulnerables y amorosos entre sí – no hay nada […]
Tener intimidad es crucial en una relación, te hace sentir conectado con la otra persona. Ambos se sienten extremadamente vulnerables y amorosos entre sí – no hay nada como él -. Y es un montón de diversión y una manera fácil de quemar calorías. ¿Qué más se puede pedir?, ¿me equivoco?
En algunas relaciones, hay momentos en que después de que consiguen llegar a la cima, te preguntas, «¿WTF acaba de suceder?» Sabes que algo no está bien, pero no puedes entender muy bien cuál es el problema, pues bien, tal vez estas 6 alertas te ayuden a descifrarlo…
1. El egoísmo:
Si una persona es egoísta, en general, será sin duda también en el dormitorio. Una persona que sólo piensa en sí mismo/a estará totalmente centrado en que él o ella se sientan complacidos – no al revés. Así que si tu pareja sólo se preocupa por, yo, yo, y hasta el último yo… entonces yo diría «adiós, adiós, adiós.»
2. Incapacidad para tener contacto con los ojos:
Tener relaciones sexuales es un acto de extrema vulnerabilidad. Una forma de no ser tan vulnerable es nunca mirar a la persona que está siendo íntimo contigo. Otro punto significativo, es; si no puede abrir sus ojos, mientras que ustedes dos están haciendo el amor, algo emocional podría estarle pasando. Por otro lado, podría ser que tu pareja es un tipo de amante que le gusta cerrar los ojos, pero podría ser importante discutir esto. No hacer contacto visual podría ser un signo de no poder ser vulnerable.
3. No besar:
Una de las mejores partes de conseguir excitarte es el beso. Si la persona que está durmiendo contigo, evade tus besos entonces es posible que desees pensar las cosas. Puede ser que tu pareja sólo busca una cosa y sólo una cosa – el sexo. Podría ser una señal de que la relación es puramente física. Sin embargo, algunas personas no son grandes kissers y ahí lo tienen. Pero vale la pena mencionar y averiguar si esto está ocurriendo en su relación.
4. No abrazos:
Tener relaciones sexuales no es sólo el acto. El abrazo es una parte importante en tú y tu pareja se aferran el uno al otro, sintiéndose cada vez más cerca. Algunas personas no son grandes en caricias después del sexo, e incluso no les gusta que los toquen. Eso puede ser normal. Pero a veces es una señal de que algo más está en juego. Tal vez tu pareja quiere poner un muro después del sexo. Tal vez la persona que está durmiendo contigo no está buscando una conexión más profunda. Todo depende de ti para averiguar lo que está pasando y decidir si estás dispuesta a aceptar una vida sin mimos.
5. No terminar:
No ser capaz de alcanzar el orgasmo es en realidad bastante común entre hombres y mujeres. Sin embargo, puede ser una señal de alerta si se está convirtiendo en un problema constante y está afectando su vida sexual juntos. Por otra parte, es una señal de alerta si sigue sucediendo y tu pareja no está dispuesta a hablar de ello. Podría haber muchas cosas diferentes a la mano con esta situación. La parte fundamental es ser capaz de ser abierta y honesta, y mostrar ganas de trabajar juntos en la búsqueda de una solución.
6. Presión para hacer cosas que te incomodan:
Es una enorme bandera roja si te siente incómoda durante las relaciones sexuales con tu pareja. Si su pareja quiere que hagas ciertos actos en los que no te sientes agusto, y él o ella no están respetando tus deseos, y tienes un problema grave.
Lo recomendable con cada una de estas alertas es hablarlo, recuerda que la comunicación en la pareja es lo más importante…
Con información de: bustle.com
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