Aquí te contamos el significado de los colores de las banderas del orgullo LGBTTTIQ+.
Cada color, una lucha; cada franja, una historia. Las banderas del orgullo LGBT ondean en todo el mundo como símbolos de orgullo, visibilidad y resistencia, pero también están cargadas de significados profundos que van más allá del arcoíris.
No son solo decoraciones coloridas para el mes de junio, sino códigos visuales que representan identidades, emociones, derechos conquistados y batallas aún por ganar.
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¿Qué significan las siglas LGBT?
Este es el significado de las siglas LGBTTTIQ+:
- L – Lesbiana: mujeres que sienten atracción emocional y/o sexual hacia otras mujeres.
- G – Gay: hombres que se sienten atraídos por otros hombres (aunque también se usa de forma general para referirse a personas homosexuales).
- B – Bisexual: personas que sienten atracción por más de un género, no necesariamente al mismo tiempo o de la misma forma.
- T – Transgénero: personas cuya identidad de género no corresponde con el sexo que se les asignó al nacer.
- T – Transexual: personas que han hecho o desean hacer una transición médica o legal para alinear su cuerpo con su identidad de género.
- T – Travesti: en algunos contextos latinoamericanos, personas asignadas hombres al nacer que expresan su género con características femeninas, sin necesariamente identificarse como mujeres.
- I – Intersexual: personas que nacen con características sexuales (genéticas, hormonales o anatómicas) que no encajan en las definiciones típicas de masculino o femenino.
- Q – Queer: término paraguas que desafía las etiquetas rígidas; incluye a quienes no se sienten representados por las categorías tradicionales de género y orientación sexual.
- A – Asexual/Aromántico: personas que no experimentan atracción sexual o romántica de forma tradicional, o que la sienten en menor grado.
- + – Más: incluye otras identidades y experiencias no mencionadas, como pansexual, género fluido, entre otras.

Bandera clásica LGBT+
La bandera LGBT más reconocida del mundo no solo ilumina las calles durante las marchas del orgullo, también guarda una historia vibrante tejida con significado y esperanza. Creada en 1978 por el artista y activista Gilbert Baker, esta emblemática bandera fue inspirada por la canción “Over the Rainbow” de El Mago de Oz, un himno simbólico para quienes soñaban con un lugar donde pudieran ser ellos mismos sin miedo.
Sus seis colores no fueron elegidos al azar: el rojo simboliza la vida; el naranja, la salud; el amarillo, la luz del sol; el verde, la naturaleza; el azul, la serenidad; y el violeta, el espíritu. Más que un diseño colorido, esta bandera representa la diversidad, la resistencia y la dignidad de una comunidad que ha aprendido a brillar incluso en medio de la tormenta.

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Bandera lesbiana
En 2018, la artista Emily Gwen dio vida a una nueva versión de la bandera lésbica, pensada como un símbolo más inclusivo y representativo de todas las identidades dentro del espectro sáfico, incluidas las lesbianas trans. Con siete franjas horizontales en tonos que van del naranja al rosa, pasando por el blanco, esta bandera no solo es estéticamente poderosa, sino profundamente significativa.
Cada color es una declaración de principios: la disconformidad de género, la independencia, la comunidad, la serenidad, el amor, el deseo y la feminidad se entrelazan para dar voz a una diversidad muchas veces ignorada

Bandera gay
En medio del constante crecimiento de la visibilidad y la representación dentro de la comunidad LGBT, en 2020 nació una bandera pensada exclusivamente para visibilizar al movimiento gay masculino. Aunque su origen exacto permanece anónimo, se sabe que surgió desde un blog como respuesta a la necesidad de diferenciarse dentro del amplio espectro de la diversidad.
Esta bandera, una de las más recientes dentro del abanico LGBTIQ+, despliega siete franjas en tonos azules, verdes, púrpuras y blanco, que simbolizan no solo la identidad gay, sino también la riqueza de matices dentro de ella. Cada color, de arriba hacia abajo, tiene su voz: desde la comunidad, la curación emocional, la alegría de vivir y la fortaleza, hasta la inclusión de hombres trans, personas no binarias y la expresión de género diversa.

Bandera bisexual
En 1998, el activista Michael Page diseñó una bandera que daría visibilidad a una orientación frecuentemente invisibilizada: la bisexualidad.
Con solo tres franjas, pero un poderoso mensaje, esta bandera se convirtió en un símbolo de orgullo y pertenencia. El magenta en la parte superior representa la atracción hacia personas del mismo sexo; el azul en la base simboliza la atracción hacia personas del sexo opuesto; y entre ambos, la franja morada actúa como un puente, reflejando la fusión de estas experiencias en la identidad bisexual.

Bandera trans
La bandera trans, creada por la activista Monica Helms en 1999, es un símbolo poderoso de identidad, visibilidad y orgullo para las personas transgénero y no binarias. Su diseño está compuesto por cinco franjas horizontales: las dos franjas celestes en los extremos representan el color tradicionalmente asociado a los niños al nacer; las dos franjas rosadas, ubicadas junto a las celestes, simbolizan el color asignado comúnmente a las niñas.
En el centro, una franja blanca representa a las personas no binarias, de género fluido o aquellas que están en proceso de transición.

Bandera no binarie
La bandera no binarie, creada en 2014 por Kye Rowan cuando tenía solo 17 años, es una declaración vibrante de identidad y autonomía frente a las normas impuestas del género. Compuesta por cuatro franjas horizontales, sus colores —amarillo, blanco, morado y negro— no solo desafían el binarismo tradicional, sino que abrazan la diversidad infinita de las experiencias de género.
El amarillo representa a quienes existen fuera del sistema binario; el blanco, a quienes sienten múltiples identidades de género; el morado, a quienes integran lo femenino y lo masculino en una experiencia única; y el negro, a quienes no se identifican con ningún género.

Bandera pansexual
Nacida en los espacios digitales de 2010, la bandera pansexual surgió como una respuesta colorida y poderosa a la necesidad de visibilidad dentro del espectro LGBT.
Con tres franjas vibrantes, su diseño sencillo transmite un mensaje claro: el amor y la atracción no conocen límites de género. El rosa simboliza la atracción hacia las mujeres, el azul hacia los hombres, y el amarillo representa a todas las identidades que escapan al binarismo, como las personas no binarias, agénero o de género fluido.

Bandera intersexual
Diseñada en 2013 por Morgan Carpenter, la bandera intersex es un emblema audaz y profundamente simbólico que rompe con las convenciones tradicionales del género. Con un fondo amarillo brillante y un círculo violeta perfectamente centrado, esta bandera representa la integridad corporal, la autonomía y la totalidad de las personas intersex.
El círculo, sin principio ni fin, es una poderosa metáfora de la plenitud y el potencial de ser uno mismo, sin necesidad de encajar en categorías impuestas.

Bandera asexual
Con sus cuatro franjas sobrias pero llenas de significado, la bandera asexual creada en 2010 por un grupo de activistas, se convirtió en un estandarte de visibilidad para quienes viven su identidad lejos de los moldes tradicionales del deseo.
El negro, en la cima, representa la asexualidad pura; el gris, justo debajo, acoge a las personas grises-asexuales y demisexuales, cuyas experiencias de atracción son más matizadas. El blanco honra a quienes acompañan como aliados, y el morado en la base une a esta comunidad con el resto del movimiento LGBTIQ+.

Bandera inclusiva
La bandera inclusiva, también conocida como “Progress Pride Flag”, es una evolución vibrante y necesaria que amplifica las voces dentro del colectivo LGBTIQ+.
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Diseñada por Daniel Quasar en 2018, esta versión mantiene el arcoíris original, pero añade un chevrón que irrumpe con fuerza desde el costado: blanco, rosa y azul en representación de las personas trans; marrón y negro para reconocer a las comunidades racializadas y a quienes viven con VIH.
Posteriormente, la propuesta de Valentino Vecchietti incorpora el amarillo y el círculo violeta de la bandera intersex, abrazando aún más identidades. Esta bandera, visualmente poderosa, es más que una actualización estética: es un llamado urgente a la inclusión real, al reconocimiento de todas las experiencias y cuerpos que forman parte de la diversidad.
