Casarte en primavera no es solo una cuestión de clima: es una elección cargada de simbolismo, belleza y una energía muy particular. El significado de las bodas por año es una de las consultas más populares, así que aquí desglosaremos una de las estaciones favoritas para casarse, todo lo que implica y qué significa casarte en primavera.
Primero, lo básico. En el hemisferio norte, la primavera comienza alrededor del 21 de marzo y se extiende hasta el 20 de junio. Es una estación de transición: dejamos atrás el frío del invierno y damos paso a temperaturas más templadas, cielos más despejados y, sí, una explosión de flores y verde por todas partes.
Casarte en primavera tiene muchas ventajas prácticas y estéticas, pero también un fuerte peso simbólico. Por ejemplo, los paisajes en esta época pueden darte escenarios de ensueño, con flores de temporada o puedes disfrutar de bodas al aire libre gracias al buen clima.
Aquí te desglosamos sus principales características:
Todo florece. Esto significa que los paisajes están más bonitos que nunca, los jardines son un escenario de ensueño y puedes aprovechar una gama infinita de flores de temporada (como peonías, tulipanes, lilas, margaritas y ranúnculos).
No hace el calor sofocante del verano ni el frío que congela las ganas de bailar del invierno. Es el punto medio perfecto para bodas al aire libre, sesiones de fotos soñadas y celebraciones más relajadas.
Primavera es sinónimo de colores pastel, tonos empolvados y texturas ligeras. Puedes jugar con lavanda, rosa palo, verde menta, azul cielo, durazno… todo lo que inspire frescura y ternura.
Los vestidos de novia primaverales suelen ser livianos, con telas vaporosas como el tul, la organza o el crepé. Además, es la temporada perfecta para espaldas descubiertas, mangas tres cuartos y detalles florales.
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Más allá de lo visual, casarse en primavera tiene un mensaje claro: renacimiento. Es la estación del despertar, de sembrar nuevas etapas y mirar al futuro con esperanza.
La primavera representa vida, renovación, fertilidad, frescura y crecimiento. En muchas culturas, se asocia con nuevos ciclos y con la oportunidad de empezar algo hermoso desde cero. Una boda en primavera sugiere un amor que florece, que se planta con raíces firmes y que crece con la misma fuerza con la que los árboles recuperan sus hojas.
Casarte en primavera también puede verse como un recordatorio de que el amor, como la primavera, requiere cuidado, luz, y la voluntad de florecer después de cualquier invierno. Quizás por eso, muchas parejas sienten que hay algo casi mágico en dar ese paso durante esta estación.
Así que si estás planeando tu boda en estos meses, tienes que saber que no estás eligiendo solo una temporada, estás eligiendo una energía. Y vaya que es bonita.
