Detecta las señales clave a tiempo.
Queridas mujeres de Mujer de 10: hoy hablaremos de un tema complejo e inquietante. El narcisismo. Identificar si tu pareja es narcisista no es tarea sencilla puesto que el narcisismo abarca diferentes actitudes y comportamientos. Sin embargo, hay algunos rasgos comunes que puedes detectar.
¿Cómo saber si mi pareja es narcisista? 7 rasgos comunes
- Necesidad constante de admiración. Las personas con tintes narcisistas buscan una validación constante por parte de la pareja y pueden despreciarla si no les brinda atención o no los esté elogiando.
- Comportamientos egoístas. Pueden ser extremadamente individualistas, lo que los convierte en egoístas puesto que priorizan sus deseos y necesidades sobre los de los otros, y esto sucede frecuentemente en la relación de pareja. De este punto se desprende el siguiente.
- Falta de empatía. El narcisista pocas veces se pone en tus zapatos, por lo tanto no le interesan tus sentimientos o emociones, es más las minimiza.
- Sentimiento de superioridad. Se considera un ser especial, superior por mucho a ti, incapaz de equivocarse y por lo tanto quiere tener un trato preferencial sin que haya hecho nada para ganárselo.
- Manipulación. El narcisista utiliza tácticas como la culpa, la intimidación o el famoso gaslighting para controlar o confundir a su pareja.
- Relaciones superficiales. Por lo general, buscan que sean ellas quienes muestren un interés real en su persona y esto no va nunca de regreso, no es recíproco.
- Falta de responsabilidad. Suelen evitar asumir responsabilidad por sus fallas o errores y siempre te culparán a ti o a las circunstancias.
Estas son señales claves que te pueden llevar a pensar que estás con una pareja narcisista. Por supuesto que cuando te conoció era el tipo más encantador, interesado en ti y en tu bienestar. Si esto ha cambiado con el tiempo y encuentras características con las que puedas identificar el modo de estar y de ser de tu pareja, sal corriendo. Es muy difícil que los narcisistas cambien porque se sienten superiores, porque nunca están mal. Y además no llegan a terapia, lo cual, complica las cosas.