Los cambios son difíciles y por ello cuesta trabajo adaptarnos a éstos. Ya sea por que estamos es una zona de confort o debido a cierta incertidumbre, […]
Los cambios son difíciles y por ello cuesta trabajo adaptarnos a éstos. Ya sea por que estamos es una zona de confort o debido a cierta incertidumbre, un cambio próximo puede ocasionarnos ciertos conflictos internos. Aquí te damos cinco formas de enfrentarte emocionalmente a éstos.
Nada es estático. Lo primero es comprender que todo está en movimiento y por lo tanto, los cambios son inevitables. Así que no temas a probar cosas nuevas, la buena noticia es que siempre que algo termina, otra cosa está por empezar.
La vida te tiene preparada sorpresas. ¿Alguna vez te has preguntado qué tiene la vida preparada para ti? Muchas cosas. Buenas y malas, pero todas llenas de aprendizaje. No te cierres y deja que lleguen. Te harán crecer como persona.
Acepta que nada es perfecto. La vida no es perfecta y por ello no te hará daño pensar en renovarte. Si te aferras al presente puedes perderte de un increíble futuro. Si sientes que vives un momento difícil, quizá sea momento de un cambio.
Tiempo. Eso de que «el tiempo lo cura todo» no es del todo cierto. Mas bien, ayuda a poner las cosas en su lugar y a reflexionar sobre hacia donde te diriges. Recuerda que somos dueñas de nuestro destino.
Experiencias. Una buena manera de enfrentarte a un cambio es estar consiente de que lo que dejas atrás es una experiencia y que así se debe quedar. No te agobies pensando en lo que fue, mejor enfócate en lo que será; las personas que conocerás, los lugares a los que viajarás y los nuevos momentos que vivirás.
¿Estás lista para esta nueva etapa? ¡disfrútala al máximo!
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