La cistitis es una infección urinaria que en general afecta a las mujeres, aunque no de manera exclusiva. La anatomía femenina no es ajena al problema: la […]
La cistitis es una infección urinaria que en general afecta a las mujeres, aunque no de manera exclusiva. La anatomía femenina no es ajena al problema: la proximidad entre las vías genitales, el ano y la uretra (el pequeño conducto que permite vaciar la vejiga) propicia las infecciones.
Una higiene insuficiente, las relaciones sexuales y también los cambios hormonales durante el embarazo y la menopausia son algunos de los posibles factores que la causan, sin olvidar el estrés o una alimentación inadecuada. Los primeros síntomas se caracterizan por una necesidad urgente de orinar, sin poder hacerlo siempre, con una sensación de escozor durante la micción.
Algunos consejos
La mayoría de las veces es una bacteria intestinal, Escherichia coli, la responsable de las infecciones urinarias, cuando empieza a proliferar en la vejiga. Aunque es un problema frecuente, no debe tomarse a la ligera. Hay que consultar a un médico en cuando aparecen los primeros síntomas, principalmente en el caso de los niños, las mujeres embarazadas o las personas mayores. De hecho, una cistitis mal curada puede provocar fiebre, y la infección puede ascender hasta los riñones. Por lo general, el tratamiento requiere un análisis de orina y la ingesta de antibióticos o antisépticos, lo cual no impide beber mucho líquido para eliminar los gérmenes y evitar el estancamiento de la orina en la vejiga. Así pues, toma mucha agua y orina a menudo. Lávate bien, procediendo de delante hacia atrás para evitar la contaminación de la uretra con las materias fecales. Utiliza preferiblemente un jabón suave, evita los productos de higiene íntima demasiado agresivos.
Un baño de asiento con bicarbonato
El bicarbonato no sustituye los tratamientos médicos, pero puede usarse en cuando aparecen los primeros síntomas o para prevenir una recaída. El poder antiácido y fungicida es lo que resulta eficaz. Diluye 1 cucharadita de bicarbonato en una botella de 1,5 litros de agua mineral y tómate un vaso de esta mezcla cada hora. Haz un baño de asiento por la mañana y otro por la noche con 1 cucharada de bicarbonato sódico o de sodio por cada 3 o 4 litros de agua tibia y 6 gotas de aceite esencial de árbol del té y de tomillo (dos antisépticos).
Plantas contra la infección urinaria
Algunas plantas ejercen una acción beneficiosa sobre la cistitis recurrentes. Es el caso del arándano. Este arbusto originario de América del Norte produce unas bayas eficaces para prevenir este tipo de infección. Podemos encontrar los arándanos secos, en forma de zumo o jugo o en comprimidos. La cola de caballo y la ortiga, cuando se toman en infusión, también resultan eficaces.
Con información de: De los consejos de las abuelas
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