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¿Te mareas mucho? Podrías padecer disautonomía

Por: Mujer de 10 25 de Marzo
¿Te mareas mucho? Podrías padecer disautonomía
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Si sufres presión baja, te mareas fácilmente, te sientes mal al estar parada mucho tiempo y tiendes al desmayo, podrías padecer disautonomía. Te decimos qué es y […]

Si sufres presión baja, te mareas fácilmente, te sientes mal al estar parada mucho tiempo y tiendes al desmayo, podrías padecer disautonomía. Te decimos qué es y cómo prevenir sus síntomas.

Yo sí tengo disautonomía, ¡seguro! Cuando empecé a leer sobre este padecimiento el otro día, comprobé que presento varios síntomas. No pude más que sonreír. Finalmente acababa de descubrir la razón de mis desmayos, de mis manos frías, de los mareos que me aquejan cada vez que me paro con velocidad, de mis continuos bostezos y de por qué me siento mal en las iglesias (en serio, me siento fatal).

Me pareció muy interesante, es por eso que quiero compartir contigo los detalles de este padecimiento porque, quizá, tú lo presentas también y no lo sabes.

¿Qué es la disautonomía?

Es una enfermedad causada por una mala regulación del sistema nervioso autónomo (SNA), encargado de regular, de forma inconsciente y automática, múltiples funciones del organismo, como el pulso, la temperatura, el control de la presión, la respiración, la función visceral, el balance electrolítico y la digestión. Cuando este sistema falla, hay una alteración o un desbalance en el sistema simpático adrenal y el sistema nervioso parasimpático, se produce una disfunción cardiovascular autonómica, y la persona sufre de disautonomía: una súbita baja de la presión arterial, con lo que no llega suficiente oxígeno al cerebro.

Aunque las causas aún no han sido bien aclaradas, se piensa que puede estar causada o agravada por virus, factores genéticos, exposición a productos tóxicos, enfermedades autoinmunes y heridas o traumatismos que hayan dañado el sistema nervioso autónomo.

disautonomía-mareo

Fuente: Shutterstock

Síntomas
Pueden presentarse todos o algunos, en distintos grados de intensidad:

-Mareos y sensación de debilidad, al estar en posición de pie o con el ejercicio. Sobre todo, se puede sentir frente a cambios repentinos como una emoción, el pararse rápidamente, después de estar acostada, al permanecer de pie largo rato en una fila, al caminar despacio, ante cambios bruscos de temperatura, al estar expuesto al sol por demasiado tiempo, entre otros.

-Los enfermos de disautonomía, al estar inactivos, sufrir una emoción fuerte, al estar en lugares cerrados (sobre todo si estamos de pie, hace calor o acabamos de comer muy pesado) y en sitios calurosos (como un sauna o el temazcal, un concierto o el metro en hora pico), o en presencia de deshidratación, comenzamos a sentirnos mal, con sensación de debilidad, sudoración excesiva y visión borrosa. A mí me ocurre que empiezo a sentirme muy mal, me zumban los oídos, sudo, me da taquicardia y me tiemblan las piernas. Me pongo pálida, y a veces, mi visión comienza a borrarse. Si no me siento en ese instante, ¡puedo desmayarme o tener un síncope!

-Cuando no hay un ataque como tal, a veces la disautonomía se presenta con debilidad, cansancio, fatiga, falta de ánimo y apatía. Incluso, se presentan cuadros de depresión. Las personas con esta enfermedad generalmente están decaídas, somnolientas, cansadas, pálidas y sin ánimo,,por lo que se les tacha de flojas y poco sociables. La mayoría refiere que después de mediodía se les acaban las pilas. El que de repente se pongan pálidos, se debe a la vasoconstricción de la piel, para corregir la baja de la presión arterial. En realidad, la fatiga no es cansancio, como el que ocurre después de una actividad extenuante, sino que es una falta de energía asociada a la somnolencia. Esto ocurre en ambos sexos, pero es más frecuente en las mujeres.

Otro síntoma es que las manos y los pies tienden a hincharse al estar inmóvil, al caminar despacio o por el calor excesivo. ¿Te ha pasado? En mi caso, cada vez que camino bajo el sol o en clima húmedo caluroso, las manos y los pies se me hinchan horrible. Yo pensaba que era retención de líquidos, no sabía que era por la disautonomía.

-Estos pacientes tienen por lo general intolerancia al frío (¡totalmente!), pero al mismo tiempo sufren con calores excesivos (mala regulación térmica).

-Tendencia a la hipotensión. Sí, una de las causas principales de esta enfermedad es manejar una presión arterial baja.

Por supuesto, si presentas algunos síntomas no significa que padezcas disautonomía, ya que podrían deberse a otras causas. De ahí que es importante que sea un médico quien te diagnostique.

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Fuente: Shutterstock

Tratamiento para la disautonomía

Consta de medidas generales sencillas, entre las que destacan evitar lo que la causa y aplicar ciertas acciones preventivas. El consumo de medicamentos (fludohidrocortisona) es útil sólo en caso de que sean prescritos por un médico ante cuadros agudos de disautonomía.

-Al estar sentado por largo tiempo, hay que mover las extremidades, pararse y caminar.

-Si no puedes evitar estar de pie mucho tiempo, y empiezas a presentar síntomas, se recomienda cruzar una pierna frente a la otra o agacharse en cuclillas.

-Reposar unos 15 a 30 minutos después de comer.

-Aumentar la sal en las comidas para elevar ligeramente la presión arterial. De no haber contraindicaciones, recomendamos seis a nueve gramos diarios (colocar dos o tres cucharaditas de café rasas en un salero y tomarse esta cantidad todos los días).

La dieta ideal para las personas con disautonomía es alta en vegetales, fruta y proteínas. Se sugieren comidas ligeras y frecuentes, cada cuatro horas, bajas en azúcares y carbohidratos. Deben consumir líquidos, sobre todo, los sueros con electrolitos son de gran ayuda porque contienen sal y evitan la deshidratación.

-Usar calcetines elásticos o medias compresoras, en especial si estarás de pie mucho tiempo.

-Se recomienda el ejercicio aeróbico moderado, ya que mejora el retorno venoso y estabiliza el sistema nervioso autónomo (involuntario, simpático-vagal). Son beneficiosos los ejercicios permaneciendo progresivamente de pie por períodos más largos, al igual que los ejercicios en el agua. Se recomiendan el yoga, pilates, tai-chi, masoterapia (masajes) y stretching (elongaciones).

-En caso de padecer anemia, ésta debe corregirse, ya que agrava la disautonomía.

Ahora que conoces la disautonomía, ¿crees padecerla? Cuéntanos… 

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