Está claro que no puedes saber absolutamente todo sobre tu futuro marido, pero es indispensable que evalúes qué tanto conoces a tu prometido a estas alturas de […]
Está claro que no puedes saber absolutamente todo sobre tu futuro marido, pero es indispensable que evalúes qué tanto conoces a tu prometido a estas alturas de su relación y qué tanto son compatibles.
Recuerda que están a punto de jurarse amor eterno y no te gustaría entregarle tu vida a un perfecto extraño, ¿verdad? Averigua lo más que puedas sobre…
Su familia
El entorno en el que crecemos influye en nuestra forma de ver la vida y entender las relaciones con los demás. Si nos desarrollamos dentro de un hogar funcional y armónico, donde el amor entre nuestros padres siempre ha sido evidente, tendremos más posibilidades de procurarnos relaciones amorosas igual de buenas y satisfactorias. Pero, ¿qué pasa cuando todo lo que vimos de pequeños fueron pleitos y faltas de respeto? Podríamos crecer con ideas distorsionadas acerca del amor que entorpezcan nuestras relaciones de pareja y las hagan fracasar.
Por lo tanto, si has tenido poco contacto con la familia de tu prometido o -peor aún- apenas los conociste el día que fueron a pedirte, más te vale estrechar los lazos antes de casarte y frecuentar a tus suegros y cuñados lo más que puedas. Si le da vueltas al asunto, seguramente está ocultando algo que deberías saber.
Su historia laboral
¿Qué tan trabajador es tu futuro esposo? Si no sabes mucho acerca de este aspecto de su personalidad, es mejor que comiences a indagar. A pesar de que cada vez es más común que las parejas compartan las responsabilidades económicas en el hogar, contraer nupcias con un hombre flojo o laboralmente inestable no es la mejor decisión si quieres tener un matrimonio armonioso.
Además, el trabajo de ambos dictará su nivel de vida, por lo tanto deben pensar como un equipo y sintonizar sus esfuerzos para alcanzar los objetivos que desean. ¿Qué tal si tu prometido tiene visión distinta a la tuya? Imaginemos que es la clase de persona que constantemente cambia de empleo porque se aburre muy rápido, ¿te sentirías a gusto manteniéndolo mientras encuentra una nueva oportunidad? O por el contrario, ¿qué pasaría eso es un workaholic y nunca lo ves? ¡Aguas!
Su compatibilidad sexual
Hablar de sexo puede resultar muy incómodo, sobre todo si aún no has tenido relaciones con él. Algunas chicas pensarán que no hay que anticiparse demasiado a esos temas porque podrían quitarle la ilusión y la sorpresa a la Luna de miel, sin embargo es mala idea esperar a que pase la noche de bodas para tener una conversación seria al respecto. No necesitan decirse absolutamente todo, simplemente responder las preguntas que a ambos les causen curiosidad o preocupación para que cuando hagan el amor ninguno de los dos se sienta incómodo.
Otra cosa muy distinta es cuando tu pareja y tú tienen una vida sexual activa. En este caso es casi una obligación conocer qué tan compatibles son en la cama antes de pisar el altar. Con suerte será tu compañero sexual por el resto de tu vida y no quieres una eternidad de mal sexo, ¿verdad?
Sus diferencias polares
La vida cotidiana de una pareja de recién casados es un tanto distinta al noviazgo. Compartir el techo y la cama con tu ahora marido sin duda será maravilloso, pero también sacará a relucir costumbres y puntos de vista de él que no habías tenido oportunidad de conocer. Para prever posibles conflictos es importante que averigües si entre tu prometido y tú existen diferencias polares; éstas engloban hábitos contrarios, modos de pensar incompatibles y prioridades opuestas.
Con información de: Revista Fernanda, escrito por Guadalupe Flores
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