¿Prefieres usar el transporte público para irte a trabajar? ¿O simplemente no tienes carro? De cualquier forma seguro te sentirás identificada con estas 12 cosas que a […]
¿Prefieres usar el transporte público para irte a trabajar? ¿O simplemente no tienes carro? De cualquier forma seguro te sentirás identificada con estas 12 cosas que a todas nos han pasado.
2. Te sabes perfectamente en qué puerta del metro hay menos gente, dónde podrás sentarte y de qué lado te empujan menos en el camión.
3. Los tacones simplemente no son opción. O te los llevas en bolsita (ya qué haces)
4. ¿Estrés por tráfico? ¿Qué es eso? Tú puedes ir leyendo, escuchando tu última playlist o pensando en por qué Laura dejó a Nek.
5. Eso sí, tienes que salir de casa con mucho, mucho tiempo de anticipación para llegar a tu destino.
6. Si te iban a dar ride, siempre tenías que esperar a que tu amiga quisiera irse de la fiesta para llevarte a tu casa.
7. Ya no te espanta que te echen piropos mientras caminas, es más, a veces ya ni los escuchas.
8. Ya te conoces todos los puestitos de chilaquiles y jugos de los alrededores para desayunar. (Y normalmente ni te tienes que desviar para comprar)
9. Te has vuelto una máster en maquillarte sin que peligre la vida de nadie. (Tú no manejas, ¡yes!)
10. Lo que más odias es la lluvia y que se te haya olvidado tu paraguas.
11. Ya llegaste al nivel 10 en equilibrio y 11 en no gritar cuando el camión viene echando carreritas con otro.
12. Y no se diga de cuando se abren las puertas del metro, aunque tengas que gritar «¡Por Esparta!» tú no te quedas fuera.
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