10 cosas que nunca creíste hacer hasta que fuiste mamá

Muchas veces dijiste «yo nunca voy a hacer eso cuando tenga a mis hijos» o «¿cómo puede hacer esto mi mamá? Hasta que tuviste que vivirlo por ti misma:

1. Despertarte con cualquier ruido

¿Estabas acostumbrada a dormir sin luz, sin ruido y sin que nadie respire? Pues seguramente eso se volvió parte del pasado, pues ahora eres capaz de dormir en cualquier lugar y a cualquier hora. Y además el mínimo ruido te despierta.

2. No soltar la cámara

¿Recuerdas cuando te quejabas de esa tía que no dejaba de tomarte fotos y no te dejaba jugar? Pues ahora tu simplemente no sueltas la cámara y tienes miles de fotos de tu hijo(a).

3. Olvidarte del nombre de tus hijos

LesCinthya o CinLeslie se volvió una realidad. Siempre se te hizo imposible que tu mamá te confundiera con tu hermana. Y ahora tú también te olvidas de los nombres de tus hijos.

4. Aventarte una de las frases de tu mamá

«Nadie me ayuda en esta casa», «Por que soy tu madre» y muchas otras frases te han sorprendido saliendo de tu boca. No, no fue tu mamá. Fuiste tú.

5.  Negarte a salir 

Aunque tus amigas te estén llamando, probablemente el viernes terminaste tan exhausta que no piensas salir ni a la tienda.

6. Ponerte histérica si se pararon tarde tus hijos

Antes no le dabas importancia a llegar temprano y ahora sientes también esa presión por llegar temprano a la escuela y a tu trabajo.

7. Dejar de gastar tanto 

Al fin aprendiste cómo hacerle para que tu dinero rinda para todo: ropa, comida, heladitos y zapatos. Ya no compras cosas innecesarias.

8. Ir a la papelería en domingo 

Si, tus hijos te acaban de avisar que no compraron la cartulina que tienen que llevar mañana. E irás a esas papelerías 24 horas en domingo.

9. Levantarte tan temprano para llevar a tu hijo a la escuela 

Nunca pudiste levantarte temprano hasta que fuiste mamá. Y ahora hasta te alcanza el tiempo para llevar a los niños a la escuela, desayunados y peinados.

10. Esperar despierta a tu hijo 

¿Tu mamá te esperaba despierta cada que salías de fiesta? Y no entendías cómo le hacía para aguantar despierta, hasta que te tocó a ti que tus hijos salieran.

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