Son uno de los mejores herramientas para tener limpia tu casa y para muchas otras cosas así que, nuevas o viejas, ¡no las tires! Mejor checa estos usos para tus […]
Son uno de los mejores herramientas para tener limpia tu casa y para muchas otras cosas así que, nuevas o viejas, ¡no las tires! Mejor checa estos usos para tus esponjas de cocina que no conocías.
Muchas veces tiramos las esponjas de cocina cuando cambian de textura y se aguadan, pero ten por seguro que te funcionarán para otras cosas. Por supuesto, si están nuevas, mejor. Compruébalo con estos 10 usos para tus esponjas de cocina que no conocías y ponlos en práctica.
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¿Te quedan grandes tus zapatos? Si te bailan los zapatos y son cerrados, puedes cortar una esponja de cocina pequeña a la mitad y meter cada parte en la punta del calzado, para que mantenga tus pies en su sitio.
También son excelentes plantillas. Si tienes un par de zapatos cerrados o tenis medio incómodos, de esos que hacen que tras usarlos mucho te arda la planta del pie, y no tienes plantillas, prueba usando esponjas de cocina delgaditas.
Y son la mejor opción anti ampollas. Cuando un zapato te lastima del talón o de algún sitio y te saca ampollas, pero no puedes usarlo con calcetines, corta un pedazo pequeño de una esponja delgada y pégalo en la zona que te molesta. ¡Santo remedio!
Ideales para atorar aretes y pins. No se ven muy lindas, la verdad, pero una esponja semi delgada resulta perfecta para atorar tus aretes y pins y mantenerlos en orden, sobre todo, si vas de viaje. Puedes tener todos a la mano, evitando que se te pierdan.
Puedes cortar la esponja y meterla en una cajita, para guardar broqueles y aretes más pequeños.
Úsalas para evitar rayones. Si tienes un florero, una maceta o algún objeto pesado que deseas colocar en un mueble que puede rayarse, corta en una esponja delgada el contorno de de la base del objeto y pégala a éste. ¡Bye preocupaciones!
Alargan la vida de las frutas y verduras. Pasa mucho que la humedad de la caja de verduras del refrigerador ocasiona que tus vegetales pierdan firmeza y que las hojas, como las de la lechuga o espinaca, se pudran muy rápido. Atrasa el proceso colocando una esponja seca en el cajón, la cual absorverá el exceso de humedad.
Para limpiar las paredes. Los plumeros son buenos, pero no retiran las manchas, solo el polvo y las telarañas. Y los trapos resultan muy agresivos, al igual que con las plantas, y pueden hacer que al tallar se deslave la pintura. ¿La solución? Usa una esponja de cocina del lado suave, ligeramente húmeda, y con cuidado, limpia cualquier manchita que haya en tus muros.
Son excelentes para limpiar las plantas. Nunca se me había ocurrido, ¡pero ya lo comprobé y es cierto! Usa una esponja semi húmeda, del lado suave, para limpiar las hojas de las plantas, en vez de un trapo, ya que no resultan tan agresivas y se pueden manipular mas fácil. Así no maltratas tus plantitas.
Son muy buenas para bajar la fiebre. Ya se que tú, alguien de tu familia o tu mascota tenga fiebre, una esponja de cocina húmeda con agua fría es una gran alternativa a las toallas o trapos húmedos, que muchas veces escurren y dejan todo mojado.
¿No puedes quitar con nada los pelos de tus mascotas? Pasa una esponja húmeda, varias veces, sobre la superficie, y listo. Verás que recogen todos los pelos. Esto aplica para muebles, cobertores, ropa, alfombras, piso… ¡e incluso para retirar el pelo muerto de la misma mascota si no tienes un cepillo especial!
¿Quién habría imaginado lo versátiles que son? Prueba estos usos para tus esponjas de cocina que no conocías y haz tu vida más fácil.
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