A veces pensamos que la madurez la alcanzamos hasta que pasamos los 30 años, pero la verdad es que puedes tener 30 o 40 y seguir siendo […]
A veces pensamos que la madurez la alcanzamos hasta que pasamos los 30 años, pero la verdad es que puedes tener 30 o 40 y seguir siendo tan inmaduro como un adolescente. Se dice que uno madura cuando logras tener una paz interna, cuando te equivocas, pero aprendes de cada error para poder crecer.
Madurar es disfrutar de cada momento que tienes en la vida, entender y saber quién eres realmente y aceptarte tal cual, la madurez puede llegarte desde la adolescencia o puede que nunca llegue, pero depende de cada persona. Ahora que ya comprendimos lo qué es madurar, te presentaré las 10 cosas que dejan de importarte cuando ya eres una mujer madura.
10 cosas que dejan de importarte cuando ya eres una mujer madura
Lo que esperan de ti tus papás
Cuando somo jóvenes adolescentes y que aún vivimos en casa con nuestros padres, ellos se encargan de idealizarnos, desde la carrera que estudiaremos, hasta como será nuestra vida después de salir de casa.
Cuando a has madurado, esta parte deja de importante, y no significa que tu familia deje de importarte, significa que comienzas a crearte expectativas de ti misma, a fijarte tus metas y seguir todos tus sueños y las cosas que te hacen sentir bien, feliz y en paz.
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Enojarte por todo y por nada
No está mal que nos enojemos, pero cuando sucede, debe ser por una razón fuerte, algo que realmente lo requiera o lo valga. Los berrinches ya no encajan en tu vida, si algo te molesta, simplemente lo dices de la mejor manera para solucionarlo.
Vestir a la moda
Cuando estamos en la etapa de madurez, sabemos que hay muchas prendas que nos encantan, pero que tal vez no nos quedan por nuestro tipo de cuerpo, o simplemente no son de nuestro agrado la nueva ropa de moda, pero eso ya no nos detiene, pues sabemos seguir nuestro propio estilo, sentirnos a gusto con la ropa que compramos, aunque no sea la que esta de moda. Decidimos cómo queremos vestirnos, porque es la manera en la podemos sentirnos bien.
Gastar tu quincena en fiestas
Comprendemos que las fiestas cada viernes no son necesarias, así como tampoco lo es gastarnos todo el dinero en una sola noche. Sabemos que ahora tenemos otras prioridades y por supuesto son más importantes que un viernes de fiesta. Comienzas a ahorrar dinero para sueños o metas que tienes en mente.
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Ser cohibida cuando estás en la intimidad con tu pareja
Cuando te conoces y sabes quién eres, comienzas a disfrutar al máximo esos momentos especiales con tu pareja, te vuelves una mujer entregada y apasionada, no te da miedo expresar lo que quieres y no tienes problema por mostrarte tal cual eres.
Ser complaciente
Sin duda alguna, esta es una de las 10 cosas que dejan de importarte cuando ya eres una mujer madura. En este punto de tu vida, sabes que eres la persona más importante y que primero están tus necesidades, Sabes decir «no» cuando es necesario, lo cual implica una gran decisión que te favorece.
La gente que quieres te importa, eso jamás va a cambiar, pero eso no quiere decir que vas a hacer todo lo que quieran nada más para complacerlos.
Guardar silencio cuando realmente quieres expresarte
Sabes la importancia de decir las cosas, ya sean buenas o malas, pero siempre con respeto e inteligencia al hablar, lo cual nos lleva a afrontar las consecuencias de lo que digamos, pero siempre de frente y con la cara muy en alto.
Peleas con tu papás
Cuando somos adolescentes, tendemos a pelear mucho con nuestros papás porque no nos parecen muchas cosas que ellos dicen o hacen. Pero cuando alcanzas la madurez, puedes darte cuenta de que las cosas que te corregían tus papás, lo hacían solo para ayudarte.
Entiendes que todos cometemos errores y que no vale la pena discutir con los seres más maravillosos que lo único que han hecho toda su vida es darnos lo mejor de ellos, cuidarnos, amarnos y enseñarnos miles de cosas que ahora nos sirven para continuar nuestra vida.
Creer que equivocarse es igual a fracasar
Ahora podemos comprender que los errores son nuestros mejores maestros, siempre y cuando entendemos realmente el problema. Madurar es saber que equivocarse nos es fracasar, sino una oportunidad de mejorar lo que ya hiciste, es una experiencia que te hace fuerte y te permite crecer.
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Trabajar solo por dinero
Trabajar no solo se trata de lo que nos va a remunerar económicamente, sino de la experiencia que vamos al generar al estar haciendo algo que nos gusta, nos apasiona y genera una gran felicidad a nuestra vida.
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