La mezclilla, también conocida como denim en algunos lugares, es un tejido de algodón resistente que se utiliza comúnmente para la fabricación de jeans, chaquetas, faldas y otras prendas de vestir. Tiene una historia rica y diversa que se remonta a varios siglos atrás.
La mezclilla, también conocida como denim en algunos lugares, es un tejido de algodón resistente que se utiliza comúnmente para la fabricación de jeans, chaquetas, faldas y otras prendas de vestir. Tiene una historia rica y diversa que se remonta a varios siglos atrás.
La mezclilla se originó en Europa, particularmente en Francia e Italia, en el siglo XVII. En ese momento, se fabricaba con lana y algodón, lo que le daba una textura resistente y duradera. El nombre «mezclilla» proviene de la ciudad francesa de Nîmes, donde se produjo por primera vez, y se llamaba «serge de Nîmes». Más tarde, la palabra «serge» se transformó en «denim».
A principios del siglo XIX, la mezclilla comenzó a utilizarse en la confección de pantalones resistentes para trabajadores, mineros y cowboys en los Estados Unidos. El empresario Levi Strauss y el sastre Jacob Davis jugaron un papel crucial en la popularización de los pantalones de mezclilla en la década de 1870. Juntos, patentaron los pantalones con remaches en las áreas de mayor desgaste, lo que aumentó su durabilidad y los convirtió en una prenda muy buscada.
Hoy en día, la mezclilla es una parte integral del mundo de la moda y se usa en una amplia variedad de estilos y diseños. Se ha adaptado a las tendencias actuales, y los jeans vienen en una variedad de colores y cortes. Además de la ropa, la mezclilla se utiliza en accesorios como bolsos y zapatos.
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Por eso, hoy te traemos inspiración para que hagas del denim el actor principal de tus outfits.
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Recuerda que el denim tiene la capacidad de ser de colores fabulosos:
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1. Antes de lavar tu denim, consulta las etiquetas de cuidado para obtener instrucciones específicas del fabricante. Algunos jeans pueden tener recomendaciones especiales en cuanto a temperatura del agua, secado y lavado en seco.
2. En general, es mejor lavarla en agua fría o a temperatura ambiente. El agua caliente puede hacer que los colores se desvanezcan más rápido y acortar la vida útil de la tela.
3. Dale la vuelta a tus prendas antes de lavarlos para minimizar el desgaste en la parte delantera. Esto también ayuda a conservar los colores.
4. Lava tus jeans con otras prendas de colores similares para evitar la transferencia de colores. Evita lavarlos con prendas blancas o claras que puedan mancharse con tintes de mezclilla.
5. Utiliza un detergente suave y sin blanqueador para preservar los colores y la tela. Los detergentes para ropa delicada suelen ser una buena opción.
6. Evita el uso de suavizante de telas cuando laves mezclilla. Puede dejar un residuo en la tela y hacer que pierda su firmeza.
7. La mezclilla generalmente no necesita ser lavada después de cada uso. Puedes airear tus jeans después de usarlos y solo lavarlos cuando estén realmente sucios o tengan olores desagradables.
8. Secar el denim en una secadora a alta temperatura puede hacer que se encoja y se estire. En su lugar, cuelga tus prendas para que se sequen al aire libre. Asegúrate de que estén completamente secas antes de guardarlas.
9. Si es necesario planchar los jeans, hazlo del revés y a una temperatura baja para evitar dañar los colores y la tela.
10. Si tus prendas tienen zonas con mucho desgaste, como rodillas o muslos, trata de no frotarlas en exceso al lavarlas y evita el uso de cepillos ásperos o lejía en esas áreas.
Siguiendo estos consejos, puedes prolongar la vida útil de tu mezclilla y mantener su apariencia. Recuerda que el lavado frecuente no es necesario, y en muchos casos, los jeans pueden lucir mejor y sentirse más cómodos con el tiempo a medida que se ajustan a tu cuerpo y estilo de vida.