Uñas pulcras y perfectas siempre.
La tendencia de estilos «limpios» ya la vimos antes, por ejemplo en el maquillaje. En esta area consiste en una mezcla de tonos neutros sobre una piel radiante, brindando una apariencia altamente esculpida pero muy natural. De esta misma manera, la tendencia ha llegado a nuestras uñas con el «clean mani».
¿De qué se trata el clean mani?
Esta tendencia es todo en tonos transparentes, como rosa bebé, albaricoque y blanco lechoso, además de diseños de uñas minimalista con cutículas inmaculadas. El clean mani es una forma de darle un look pulcro y renovado a tus uñas naturales.
El clean mani o mani de uñas limpias es elegante, minimalista, bien cuidado y lo mejor de todo es que requiere de muy poco mantenimiento.
En un clean mani, las uñas apenas son visibles, pero cuando las notas, se ven cuidades. Este estilo contrasta con los acrílicos exagerados y adornados que siguen en tendencia, pero que no son para todas.
Cualquiera sea el motivo, la buena noticia sobre la manicura limpia es que puedes probarla en casa y es relativamente fácil. Básicamente, se trata de darle un impulso a tus uñas naturales.
¿Cómo lograr un mani uñas limpias?
La preparación lo es todo para el clean mani. Un buen exfoliante suave e hidratante que elimine la piel muerta de las cutículas será tu mejor aliado.
Una vez que tus cutículas estén impecables, al pintarlas siempre usa una base para proteger la salud de tus uñas. Para el clean mani, lo mejor es optar por una base lechosa o transparente.
Cuando termines de pintarlas, aplica una capa de brillo, porque las uñas limpias siempre deben brillar.
Y si quieres llevar arte o diseños se trata, recuerda mantenerlo simple. Esto no tiene por qué ser aburrido. Hay muchísimos diseños para elegir, como una punta francesa mínima, corazones delicados, puntos decorativos e incluso pequeños adornos de diamantes.
Por último, dale mucho amor a tus manos en forma de skincare. El clean mani requiere de ponerle énfasis al cuidado de las manos.
Por ejemplo, puedes cepillar en seco el dorso y las palmas de las manos, seguido de un exfoliante una vez a la semana. La crema hidratante y un buen aceite para cutículas tienen que cerrar la rutina siempre.
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