Utiliza el elogio para elevar la autoestima y el amor de tus hijos. El elogio es una gran herramienta para sacar lo mejor de nuestros hijos y […]
Utiliza el elogio para elevar la autoestima y el amor de tus hijos.
El elogio es una gran herramienta para sacar lo mejor de nuestros hijos y elevar su autoestima. El elogio es el reconocimiento o gratificación positiva de una conducta, que damos a otra persona, verbalmente: con frases como “muy bien”, “lo lograste”, “que bonito te quedó”, etc., o mediante demostraciones afectivas como abrazos, besos, sonrisas, etc.
Cuando son otorgados de padres a hijos, su importancia radica en alentar a los niños a centrar su atención en su esfuerzo y dedicación, más que en los resultados; les dan a entender que sus esfuerzos son apreciados, y no solamente sus logros, lo que fomenta la auto confianza y autoestima del pequeño. Es importante destacar que para desarrollar una autoestima saludable no sólo se requieren elogios, también es necesario que los niños vivan experiencias donde se enfrenten a problemas o retos que sean capaces de resolver por sí solos.
El momento ideal para utilizarlo, recomienda, es inmediatamente después de que evidenciamos su esfuerzo y debemos hacerlo de forma genuina. De esta manera le hacemos saber que reconocemos sus intentos
Para que un elogio realmente tenga un impacto positivo considera:
1. Reconoce la práctica y esfuerzo del niño en lograr su objetivo. Por ejemplo: “¡Qué bien has coloreado tu dibujo!, cada vez que practicas vas consiguiendo no salirte de la línea”. El mensaje destaca su esfuerzo y dedicación para lograr el objetivo, más que el producto final.
2. Sé específico, evita generalizar. Debe quedar claro cuál es la conducta que se les reconoce, por ejemplo: “Levantaste tu pelota y tus libros, tu cuarto se ve más limpio”, a diferencia de “todo te quedó bien”. Así, son frases que se transforman en guías de aprendizaje de conductas que pretendes que el niño mantenga.
3. Sé genuino. Si en verdad te entusiasma una conducta, hazle saber tu alegría por lo que ha conseguido. Un elogio tiene más fuerza de impacto, cuando se conecta con un sentimiento real. No busques elogiarlo para que su comportamiento cumpla con tus expectativas pues eso puede generar presión o inseguridad en el niño.
4. Sé realista. Los padres deben conocer las capacidades con las que cuenta el niño, no puedes pedirle que sea el “mejor” nadador de su grupo, si sabes que se le dificulta; pero puedes reconocer su esfuerzo diario al asistir a su clase, de esta forma le ayudas a que identifique los avances que tiene en relación a si mismo y eso lo alienta a mejorar.
5. Refuerza conductas positivas. No celebres a tu hijo por ‘hábil’ si se mete en la fila de la cooperativa o le pega a otro niño que lo molesta en la escuela. Elogiar ese tipo de comportamientos, manda el mensaje de que son aceptados y después te será mucho más difícil corregir a un bully.