Existen 4 retos principales al criar un hijo único, conócelos y enfréntalos. Solitario, malcriado, consentido y egoísta son algunos de los apelativos que suelen relacionarse con el […]
Existen 4 retos principales al criar un hijo único, conócelos y enfréntalos.
Solitario, malcriado, consentido y egoísta son algunos de los apelativos que suelen relacionarse con el hecho de ser hijo único. La realidad es que no tiene por que ser así, depende en gran parte de la forma en que los padres viven y transmiten a su hijo (a) ese hecho y de cuidar conscientemente algunos patrones que si pueden afectar su desarrollo emocional a corto y largo plazo.
Los cuatro retos principales:
Hablando de lo que viven los “hijos únicos” es verdad que de entrada tendrá la total atención de los padres y no tendrá un hermano con quien compartir la dinámica familiar, pero no es la condición de ser hijo único sino el ambiente que creamos a su alrededor lo que modelará su personalidad. Por ello es importante cuidar ciertos comportamientos que se dan con más facilidad en esta situación:
1 Vencer la sobreprotección
El exceso de atención que tiene el hijo puede generar una preocupación excesiva por su bienestar, esto lleva a la sobreprotección y lo que nos mueve es el miedo. No pensemos sólo en el miedo a que algo le pase por la situación de inseguridad que vivimos, sino en situaciones cotidianas, por ejemplo: Mi amiga Silvia me contaba que un día al llevar a su pequeño de dos años a la sección de juegos infantiles de un centro comercial se quedó impactada de ver a un niño de año y medio subir a una pequeña resbaladilla sin ayuda, cuando ella no dejaba a su hijo hacer lo mismo. En ese momento pensó si no estaba exagerando en su temor y dejó que su pequeño lo hiciera solo, de inmediato lo logró facilmente. ¿Te parece familiar esta anécdota?
La consecuencia de no dejarlos hacer las cosas por sí mismos tendrá consecuencias ya que de adulto le costará arriesgarse a intentar cosas nuevas, no estará consciente de sus propias capacidades y tendrá dificultad de valorar sus logros.
Para cambiar esta situación necesitas primero cambiar el chip como mamá y no dar entrada a los pensamientos negativos o a los miedos. No lo limites a realizar actividades que ya puede hacer ¿como saber que está listo? Ve a tu alrededor lo que otros niños de la edad del tuyo hacen por si mismos, como vestirse solos, subirse a un juego, andar en bici, etc. Pero sobre todo déjalo que lo intente.
2 Estimular sus relaciones sociales
El niño necesita convivir con sus pares, esta es una de las principales ventajas de tener hermanos, ya que esa relación fomenta que aprenda a ceder y compartir. Como esta experiencia no la tendrá en casa, es vital que los papás provoquen que se de la socialización. Lo primero es aprovechar la opción de las guarderías y escuelas, ahí tendrá que convivir con los niños y seguir reglas de convivencia. Además de la escuela es bueno inscribirlo en actividades recreativas o deportivas en equipo, en lugar de meterlo a natación, mételo a fútbol u otra actividad grupal, que refuerce la convivencia, enfrentarse a reglas de comportamiento y sentir que pertenece a otro grupo fuera de su entorno familiar. Estos escenarios de socialización favorecerán que aprenda a pelear, discutir y negociar fuera del ambiente familiar.
3 Enseñarlo a que no es el “ombligo del mundo”.
El problema no es que sea hijo único sino tratarlo como “único”. Eso de que se sienta el príncipe o princesa de la casa y que todo gira en torno a sus demandas y necesidades lo afectará a largo plazo. Por ejemplo al entablar una relación sentimental, la inmadurez emocional lo llevará a sentirse frustrado (a) por que el otro no le da lo que se “merece” y pensará con facilidad que no lo ama de verdad si no es el centro de su vida, como lo fue para sus papás.
4 Cuidar tus propias expectativas
Los papás ponen todo el cariño en su único hijo por que no tienen que repartirlo, pero también depositan todas sus expectativas. Esto puede provocar que el nivel de exigencia sea alto y los llevemos a madurar a edades tempranas o lo que es peor, adueñarnos de su vida por que dimos todo por él o ella, anulándolos por completo.
Para evitarlo busca como padre tener un proyecto de vida aparte de tu hijo que te lleve a seguir creciendo como ser humano y no solo como mamá o papá.
Potencializa las ventajas de ser hijo único
El no tener hermanos también tiene ventajas, en primer lugar el vínculo con los padres tiende a ser mas fuerte, se les presta mayor atención y cuidado, lo que puede construir una solida autoestima. El hecho de jugar mucho tiempo solos desarrolla su fantasía y creatividad. También se les invierten más recursos por lo que tienden a poseer un mejor nivel educativo.
Como conclusión diremos que el hijo único tiene las mismas posibilidades de crecer como un ser humano completo que quien tiene hermanos, depende de la forma en que fomentamos un ambiente estimulante y propicio para ello.