Seguro has escuchado muchos mitos respecto al bienestar y la salud de perros y gatos: que si hay que cruzarlos alguna vez, que si hay que bañarlos cada […]
Seguro has escuchado muchos mitos respecto al bienestar y la salud de perros y gatos: que si hay que cruzarlos alguna vez, que si hay que bañarlos cada mes, que si debes usar la correa de castigo… ¡Veamos qué tan ciertos son!
1. Debemos cruzar aunque sea una vez a una perra o gata para evitarle problemas de salud a futuro. Falso
Esta era una idea muy arraigada algunas décadas atrás, mucho debido a ignorancia y a falsas creencias; lamentablemente seguimos escuchando en el parque o en la calle comentarios como «Sí, voy a cruzar a Happy porque si no se enferma» o «Claro, Petunia ya tuvo perritos tres veces para prevenir que le dé cáncer». ¿Te ha tocado escuchar esto? La verdad es que cada quien es dueño de hacer lo que quiera con su animalito, pero cruzarlo con la excusa de que «si no, se enferma», es una falacia total. No hay información médica que sustente que si no se cruza una perra o una gata, se enfermarán. Eso no es verdad, así que no cuenta como una razón para que tengan descendencia. Lo que sí es cierto es que una perra que se cruza una vez puede dejar 67,000 descendientes en tan sólo siete años, y una gata puede dejar 420,715 descendientes en el mismo período. Eso sí está para pensarse, ¿no?
2. La esterilización previene problemas de salud. Verdadero
Estas son las razones:
- Disminuye la presencia de cáncer de glándula mamaria de un 25% en el caso de perras no esterilizadas, después del cuarto celo a un 0.05%, en el caso de perras esterilizadas antes del primer celo. Una de cada cuatro perras no esterilizadas desarrolla cáncer de glándula mamaria, que puede resultar en la muerte del animal. Evitar esta enfermedad es salvarle la vida a tu perra o gata.
- Previene la piometra o infección uterina, ya que alrededor del 80% de las perras y el 40% de las gatas presentarán esta infección que pone en riesgo su vida y que es totalmente prevenible al realizar la esterilización, la cual se presenta sin importar si la hembra ha sido cruzada alguna vez, nunca, o varias veces; la causa de esta patología es la presencia de hormonas relacionadas con el ciclo sexual de la perra no esterilizada, cada celo que pasa incrementa el riesgo. El uso de inyecciones hormonales para evitar el celo tiene efectos secundarios muy severos, dentro de los cuales se incluye la piometra, pero también otras como diabetes, tumores mamarios, o enfermedades de la vesícula biliar, por lo que no se recomienda el uso de dichos medicamentos para evitar el celo o para prevenir la gestación después de una cópula no deseada.
- Elimina el riesgo de desarrollar enfermedades del útero y de los ovarios, los cuales ocurren con frecuencia en las perras. El costo de tratar enfermedades como la piometra o el cáncer de glándula mamaria es mucho mayor que el de realizar una esterilización. Realizar este tipo de cirugía en una perra antes del primer celo tiene la ventaja adicional que la paciente, por su corta edad, se recuperará con mayor rapidez, y el riesgo anestésico es menor que en una perra enferma o vieja.
3. Los perros y gatos se deben bañar cada mes. Falso
Esta es otra idea errónea, demasiado general y que puede perjudicar a tu mascota. Para empezar, cada animal tiene características y necesidades distintas; no es lo mismo un shar-pei que un collie o un San Bernardo. Cada uno tiene condiciones de piel y pelo diferentes, que se deben considerar. En especial, habrá que tener cuidado en bañarlos con demasiada frecuencia, ya que se puede dañar el aceite protector natural de la piel, el cual la protege y mantiene humectada. ¡Cuida no bañarlos si no lo necesitan!
Básicamente, tu razón para darles o no un baño debería ser qué tan sucios se encuentran y no una fecha en el calendario. En el caso de que huelan mal, pero no estén sucios en sí, lo mejor es pasarles una toallita húmeda especial para mascotas o una para bebé. En cuanto a los gatos, ellos se limpian solos y únicamente deberán bañarse si están demasiado sucios, si los cubre alguna sustancia que debas retirar o si están en un tratamiento de la piel que requiera baños.
4. Para corregir a un perro son necesarios los collares de castigo. Falso
¡No, error! Los collares de castigo sí funcionan, si los sabes usar bien. Y la verdad es que solo muy poca gente, y me costa, lo utiliza correctamente. La mayoría de las personas lo colocan en un lugar del cuello del perro erróneo en donde el collar no funciona como debiera y, peor, lastima al animal. También, clásico, les dan jalones con toda su fuerza, creyendo que un pobre perro entiende de esa forma. ¡Me da un coraje! Quizá esta gente ignora que la zona del cuello es una de las más sensibles del perro y un collar de castigo puede provocar efectos negativos en el sistema linfático, sanguíneo y neuronal, así como problemas oculares por presión intraocular, aplastamiento de la tráquea, recuperación post-operatoria más difícil y desórdenes de tiroides. Así que ten mucho cuidado con cómo usas ese collar que se ve tan inofensivo y que, ahora sabes, no lo es. Infórmate con expertos.
5. Si ya vacuné a mi perro o gato varias veces, ya no tengo que hacerlo. Falso
¡Otro error! Si bien es cierto que los animales van creando anticuerpos con cada vacuna, sí es necesario administrárselas según lo recomiende tu veterinario –generalmente cada año-. Si tu gato o tu perro no salen mucho a la calle ni tienen contacto con otros animales, puedes hacerlo cada dos años. Pero si es una mascota que sí está en contacto con animales o con patógenos de la calle, vacúnala cada año, tal como lo indique el médico, para prevenir que se enferme. También considera que si los llevarás de vacaciones ahora en verano, o salen a un campo o un bosque, quizá requieran alguna vacuna especial (como la que previene contraer dirofilariasis -gusano del corazón- en climas tropicales) o quizá ponerles una pipeta contra garrapatas. Y por favor, ¡no saques a pasear a un cachorro sin vacunas, nunca! Me ha tocado ver varios perritos de uno o dos meses, en el parque, ¡sin vacunar! Gran error y una verdadera pena.
Fuentes: www.animanaturalis.org, Deborah Sades es médico veterinario zootecnista en el Hospital Veterinario K-lev 68400736 www.facebook.com/hospitalveterinarioklev
Con información de Revista Fernanda
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