Supongamos que tu hijo quiere jugar con un juguete que no está a su alcance o que no es suyo y comienza a hacer berrinche. ¿Cómo puedes […]
Supongamos que tu hijo quiere jugar con un juguete que no está a su alcance o que no es suyo y comienza a hacer berrinche.
¿Cómo puedes enfrentarte a tu hijo cuando le dices que no?
El medio más efectivo sería que le bajaras el juguete del estante y le permitieras jugar con él, y por lo tanto su estallido de enojo terminaría fácilmente pero ésta no es la mejor solución porque si él descubre que las respuestas agresivas son recompensadas consiguiendo lo que quiere, entonces las repetirá muchas más veces.
La forma más efectiva consiste entonces en desviar la atención del niño proporcionandole una actividad que le resulte atractiva y olvide por completo el juguete.
Otro método efectivo es ignorar el estallido de enojo o berrinche e imponer aislamiento (mandar al niño a su habitación) terminando el arranque de enojo. Recuerda que regañar sólo es efectivo si se conjunta con los métodos anteriores.
Las reglas y los límites no deben ser flexibles tan sólo por conveniencia o tu estado de ánimo como papá. No importa que haya alguien de visita en tu casa y prefieras evitar que la gente se dé cuenta del berrinche de tu hijo.
Para que tu hijo aprenda el autocontrol, es necesario que seas razonablemente firme y consistente para controlar sus berrinches.
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