Si estás en espera de un bebé o tienes peques menores a seis años, seguramente has oído hablar sobre la estimulación temprana. Este término tiene sus orígenes […]
Si estás en espera de un bebé o tienes peques menores a seis años, seguramente has oído hablar sobre la estimulación temprana. Este término tiene sus orígenes en el siglo pasado; sin embargo, sólo se refería a las actividades previas a la educación primaria. Hoy en día este concepto va mucho más allá y empieza desde desde el embarazo, inclusive.
Si aún así no sabes por dónde empezar, no te preocupes, nosotros te enlistamos 5 tips que nos dio el Dr. Antonio Rizzoli, médico pediatra y portavoz de Johnson’s baby, para que seas una experta en el tema.
- Nunca es demasiado temprano
No esperes a que nazca tu bebé para este tipo de actividades. Se ha demostrado que los problemas de lenguaje, por ejemplo, están asociados directamente con el tardío contacto verbal de las madres a sus hijos. Así que ya sabes, el primer paso es hablarle y hablarle mucho. Aprovecha cada actividad para hacerlo, mientras le das pecho, en el transporte, cuando juega… También deja que el papá hable, incluso si está trabajando ponlo al teléfono o que deje notas de voz. Recuerda que cuando se dirijan a él, háganlo por su nombre y siempre de manera puntual y clara.
2. No te enfoques sólo en un sentido
Tu bebé está aprendiendo con su cuerpo y la estimulación multisensorial lo ayudará a desarrollarse más rápido. Pasa más tiempo con ellos y disfruta junto a él actividades que involucren sonido, texturas, colores, olores y sabores al mismo tiempo. La tecnología, en este aspecto, es uno de tus mejores aliados, pero no olvides que el uso de juguetes o tablets, por ejemplo, es sólo un medio y nunca un fin. Lo más importante para su desarrollo eres tú.
3. No subestimes al baño
Una de las claves de la estimulación temprana es que el desarrollo cognitivo se produzca a la misma hora. Así que el baño siempre tendrá que ser puntual. Ustedes como padres decidirán; aunque lo más recomendable es que sea después de las horas de trabajo de ambos para que estén presentes en esta divertida actividad. Bajar la luz, platicar con él antes de meterlo al agua, masajearlo y usar productos que tengan fragancias harán de este momento un ritual y no una aburrida rutina que acabará por abrumar a tu bebé.
4. Haz que te recuerde desde pequeño
¿Has probado u olido algo e inmediatamente la imagen de tu mamá te viene a la mente? Eso se debe gracias a la memoria sensorial. Nuestro cuerpo recuerda cada instante de felicidad y eso se logra en los primeros años de vida. El olfato y el gusto son los más asociados a este tipo de memoria, por lo que involucrarte en momentos íntimos como la hora de comida y la del baño harán que tu bebé se sienta seguro y feliz. Cuando sea grande, te lo agradecerá.
5. No los sobrestimules
También los niños se estresan y cargarlo de actividades puede producirlo. Pídele a tu pediatra una prueba EDI -la cual es gratuita en todos los centros médicos del país- para evaluar el desarrollo de tu bebé y, a partir de sus resultados, ellos te darán recomendaciones sobre las actividades idóneas para su progreso. Así que ya sabes, no es cuestión de cantidad, sino de calidad.
Con estos consejos no tienes excusas para no empezar ya a practicar la estimulación temprana, además de que son actividades que crearán un vínculo afectivo irrompible entre tu bebé y tú.
