Existen diferentes formas de creatividad, hablemos de la afectiva y la lúdica. Los niños son creativos por naturaleza, pero si crecen en un ambiente muy rígido, la […]
Existen diferentes formas de creatividad, hablemos de la afectiva y la lúdica.
Los niños son creativos por naturaleza, pero si crecen en un ambiente muy rígido, la reprimen. El psicólogo maltés Edward de Bono asegura que esto sucede alrededor de los siete años, cuando comprenden que no es bueno inventar cosas y optan por seguir las instrucciones que los adultos les ofrecen.
Como te explicamos en Estimula la creatividad de tus hijos (parte 1) no existe solo una forma de creatividad son varios tipos y se manifiestan a través de distintas rutas: Cognitiva, comunicativa, afectiva y lúdica. Hablemos ahora de las últimas dos:
3) AFECTIVA
Ejemplo
Como parte de una tarea escolar, Octavio debía cuidar un huevito al que nombró «Pepe». Un día Pepe se rompió y Oscar enfrentó un proceso de duelo por su compañero, se sentía culpable de no haberlo cuidado correctamente.
Explicación
El psicoanalista británico Wilfred Bion decía que la madre es quien le enseña al bebé cómo se llama lo que siente. El niño necesita identificar sus sentimientos, aprender a modularlos y a compartirlos, este proceso plantea las bases de la inteligencia emocional.
¿Cómo se enseña?
La espontaneidad infantil exige respeto. Puedes romperle el corazón a tu hijo por reírte, juzgar o menospreciar sus sentimientos. Valida lo que siente y, si crees que es una emoción que esta fuera de control, busquen alternativas para controlarla.
4) LÚDICA
Ejemplo
Lola recibió un juego de construcción que viene sobre un carrito. Lejos de lo que esperaba su tía, Andrea enloqueció con el carro y dejó de lado los bloques. El vehículo ahora sirve para transportar a sus muñecos favoritos.
Explicación
El juego es el reino de la creatividad y el espacio donde el niño procesa sus angustias y experiencias de vida. Inicia con la exploración de los juguetes, luego imita, posteriormente llega al juego simbólico y de ahí a sus propias creaciones propias. El juego es un ensayo de la vida y de las relaciones interpersonales.
¿Como se enseña?
Déjalo que elija con qué y cómo quiere jugar, recuerda que no hay juguetes exclusivos para niños o para niñas. Espriu recomienda el juego de los sombreros, que es una adaptación de un experimento de Edward de Bono y consiste en tener sombreros diferentes que, al momento de usar cada uno, el niño interpreta en un personaje diferente.
Fotos: Shutterstock
Colaboradora Clara Sánchez para la revista Fernanda.
Fuente: Rosa María Espriu es maestra.
Instituto de Asesoría y Capacitación Educativa
552690 4691 y 5264-4021
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