Si cada vez que usas rímel tus ojos terminan pareciendo arañitas, tal vez estás cometiendo alguno de los siguientes errores. Además de explicarte las causas por las que […]
Si cada vez que usas rímel tus ojos terminan pareciendo arañitas, tal vez estás cometiendo alguno de los siguientes errores. Además de explicarte las causas por las que tus pestañas no lucen como deberían, te dejo las soluciones para cada una de ellas.
1. Agregar muchas capas de rímel.
Probablemente este es el error más común. Siempre creemos que agregando varias capas de máscara de pestañas lucirán con mucho más volumen o mucho más gruesas. La realidad es que sólo se pegarán y tendrás como resultado unas pestañas llenas de grumos.
Para que esto no te pase, agrega un primer para pestañas antes de aplicar tu rímel. Te recomiendo: They’re Real Color Primer de Benefit. Tus pestañas lucirán como nunca.
2. Pintar tus pestañas inferiores sin voltar el cepillo.
Nunca apliques rímel en tus pestañas inferiores como lo haces en las superiores. Para las pestañas superiores, debes utilizar tu cepillo de rímel de forma horizontal, y para las inferiores de forma vertical. Como esas pestañas son más delgadas, evitarás que se peguen, que manches tu párpado inferior y lograrás que luzcan mucho más.
3. Utilizar un rímel seco.
Sabemos que es muy difícil dejar ir a tu rímel favorito y decirle «hasta nunca», pero este es uno de los errores principales que hacen que nuestras pestañas luzcan tiesas, grumosas y que además podamos contraer una infección en los ojos. No te arriesgues, y en cuanto veas que tu rímel está seco, compra uno nuevo.
4. O tirarlo muy pronto.
Una cosa es que realmente se haya terminado o haya caducado, y otra muy diferente es que quede un poco de rímel que todavía funcione. Para identificar si todavía puedes usarlo, mete tu rímel en un recipiente con agua caliente por 5 minutos y vuélvelo a usar. Si funciona, síguelo utilizando; si no, entonces va directito a la basura.
5. Enchinar tus pestañas después de poner rímel.
¡Nunca lo hagas! terminarás arrancando poco a poco tus hermosas pestañas con el enchinador. Lo que puedes hacer es aplicar tu mascara de pestañas sin despegar tu enchinador para darles más volumen y evitar que te manches.
6. No separar tus pestañas después de aplicar rímel.
Tal vez es algo tedioso, pero si quieres lucir unas pestañas más naturales y con más volumen, te recomiendo separar tus pestañas con ayuda de un palillo o un cepillo inmediatamente después de aplicar tu rímel.
7. Bombear el cepillo.
Tal vez tu cepillo no está tan viejo como creías. Si bombeas tu cepillo de rímel antes de usarlo, lo único que estarás haciendo es dejar que entre aire y se seque rápidamente, dando como resultado unas pestañas secas, tiesas y un rímel echado a perder.
8. Cerrar o abrir los ojos antes de que seque tu rímel.
Después de aplicar rímel en tus pestañas superiores, evita manchar tus párpados inferiores y deja que sequen tus pestañas por dos minutos antes de cerrar tus ojos.
9. Comenzar pintando tus pestañas superiores.
Siguiendo con el punto anterior, te recomiendo comenzar a pintar tus pestañas inferiores. ¿Por qué? muy sencillo: si pintas tus pestañas superiores y luego las inferiores, tendrás que voltear tus ojos hacia arriba lo que hará que manches tus párpados.
10. No aplicar rímel desde la raíz de tus pestañas.
Si no aplicas tu rímel desde la raíz hasta la punta, tus pestañas pesarán mucho más y lo único que lograrás es que parezcan de aguacero. Pinta desde la raíz para darles un aspecto mucho más grueso y con alta definición. Checa la diferencia.
