DEL SÁNDWICH AL PAN COMO ANTOJO
Vivimos inmersas en una carrera contra el tiempo donde pocas veces nos detenemos a analizar qué es lo que estamos comiendo, si es algo que comamos por gusto o sea algo que consumimos por tradición o costumbre. Hoy hablaremos específicamente del pan de caja.
Hace muchos años sólo existía de un tipo de pan, el pan blanco que fue protagonista de millones de recreos pues era el pan del tradicional sándwich; de jamón, de atún, con cajeta o mermelada, no había de otro. Poco a poco la industria fue incorporando alternativas: primero fue el pan integral, una opción que fue bastante bien aceptada por su contenido de granos saludables.
Conforme fue pasando el tiempo, han aparecido versiones cada vez más personalizadas o enfocadas a gustos en particular; hoy existen además del pan blanco y el integral, panes de semillas específicas, panes sin orillas (porque pues las mamás siempre se las quitaban al sándwich de los niños), panes artesanos, panes elaborados con masa madre… todos ellos, pensados en los gustos y necesidades particulares de ciertos grupos de consumidores.
Gracias a esta diversidad, hoy podemos elegir el pan que más va con nuestro estilo de vida, o el pan más adecuado para distintos momentos de consumo, como el desayuno o para media tarde una rebanada con un topping y fruta.
Aquí te compartimos algunos tips que te ayudarán a disfrutar de tu pan: