La vida cambiará, pero tus finanzas pueden mantenerse estables.
Un gan amigo alguna vez me dijo sobre tener hijos: “No se lo recomiendo a nadie, pero se lo deseo a todos”. Sus palabras para mí englobaron de manera sucinta lo que implica hacerlo: tener un bebé es, sin duda, una de las experiencias más emocionantes de la vida, pues implica adoptar un estilo de vida completamente nuevo con rutinas diferentes y, por supuesto, nuevas responsabilidades financieras. Si bien no hay una guía para saber ser mamá, sí hay una de gastos y ahorro para que al menos tu estabilidad financiera no se ponga patas arriba. Aquí te contamos.
Si no te has puesto ni a pensar en los gastos que implicará la llegada de un pequeño humano a tu vida, aquí te decimos algunos, para que estés, aunque sea, advertida.
Aquí debes considerar todas tus citas prenatales ginecológicas, ecografías, el parto en sí (los costos pueden variar ampliamente según el tipo de parto que tengas) y los cuidados y visitas posteriores al parto.
Tan solo preparar la habitación del bebé puede resultar costoso, pues necesitarás al menos una cuna y el colchón, como básicos, pero también puedes considerar el cambiador y una cómoda, como extras.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta la silla de auto (en caso de que la requieras) y la carreola. Para el bebé en particular necesitarás ropa y cosas extra como un monitor para bebés, un columpio y una pañalera.
Pañales, toallitas húmedas, fórmula (si es que la utilizas), biberones y tal vez un extractor de leche si te extraes leche.
Si la tienes como prestación o seguro social, será un gasto menor, pero de lo contrario, las mamás modernas que trabajan también tendrán que contemplar el gasto de la guardería una vez que termine su licencia de maternidad.
Cómo convertir los gastos hormiga en ahorro
Una vez que ya tienes conciencia de los gastos que vienen, es momento de ajustar tus finanzas, tus metas y tu ahorro.
La meta para un fondo de emergencia debe ser reservar entre tres y seis meses de gastos de manutención en una cuenta de ahorros separada. Tener este fondo te dará tranquilidad y seguridad financiera durante las primeras etapas de la paternidad.
Por último, si ya tienes deudas, considera concentrarte en pagar la que tenga intereses altos tanto como sea posible antes de que aumenten tus gastos. De esta manera, tendrás más flexibilidad financiera una vez que nazca el bebé.
Aunque nada te prepara para ser papá, sí puedes estar preparado para actuar financieramente como uno.