Usa las lámparas para uñas sin arriesgarte, aquí están los tips que necesitas.
Las lámparas para uñas son unas maquinitas que se usan en el proceso de secado y endurecimiento de esmaltes de uñas (seguramente hasta las has usado), especialmente aquellos que son de tipo gel o esmalte de uñas semipermanente.
Estas lámparas emiten luz ultravioleta (UV) o luz LED, y su función principal es acelerar el proceso de curado de los productos para uñas y que lleguen a endurecerse.
Hay dos tipos principales de lámparas para uñas:
Lámparas UV:
Emiten luz para secar y endurecer los productos con polímeros que reaccionan a la exposición a los rayos UV. Estas lámparas son muy usadas con esmaltes de uñas de gel tradicionales.
Lámparas LED:
Usan luces LED en lugar de luz ultravioleta para el mismo propósito.
Son conocidas por tener tiempos de curado más rápidos en comparación con las lámparas UV y se utilizan comúnmente con esmaltes de uñas en gel que están formulados especialmente para estas máquinas.
Bien sabes que el secado con lámparas para uñas es esencial para los manis y pedis, ya que garantiza que el acrílico o gel se endurezca y tenga una duración prolongada, lo que nos ayuda a tener diseños bonitos por más tiempo y sin la molestia de que se te embarre el esmalte cuando te acabas de pintar.
Cuidados para usar las lámparas para uñas sin riesgo
El uso frecuente de lámparas para uñas, especialmente aquellas que emiten luz ultravioleta (UV) o luz LED, puede afectar la salud de tu piel. Aquí hay algunos consejos para cuidar tu piel si utilizas con regularidad lámparas para uñas:
Aplica protector solar:
Antes de exponer tus manos a la luz UV de la lámpara para uñas, aplica protector solar en la piel de tus manos. Esto ayuda a proteger tu piel de los posibles efectos dañinos de la radiación ultravioleta.
Limita la exposición:
Trata de limitar la exposición directa de tus manos a la luz de la lámpara para uñas. Sigue las instrucciones de tiempo recomendadas para el secado de tus uñas y no expongas tu piel si no es necesario.
Hidratación regular:
La exposición frecuente a la luz y los productos químicos utilizados en el proceso de uñas pueden resecar la piel. Usa una crema hidratante en tus manos para mantener la piel suavecita e hidratada.
Utiliza guantes:
Hay guantes sin dedos que ya muchas mujeres usan durante el proceso de uñas para proteger sus manos de la luz directa y para evitar el contacto con productos químicos que podrían causar irritación.
Descanso ocasional:
Si es posible, da a tus manos un descanso ocasional de la aplicación de esmalte de uñas y del uso de la lámpara. Así dejas que tu piel se recupere y evita la sobreexposición a todo lo dañino.
Productos de calidad:
Utiliza productos de buena calidad para tus uñas y la piel de alrededor. Algunos productos para uñas en gel pueden contener ingredientes más suaves y menos irritantes.
Consulta con un dermatólogo:
Si sientes irritación, enrojecimiento o cualquier otra reacción en tus manos, consulta a un dermatólogo. Sólo ellos te podrán dar la respuesta sobre lo que está pasando y te darán un rutina específica para el cuidado de tu piel.
Aunque uses todos estos productos riesgosos desde hace 20 años y digas que no te ha pasado nada, hay que recordar que salud de la piel varía entre las personas, y lo que funciona para una persona puede no ser igualmente eficaz para otra.
Adaptar tu rutina de cuidado de la piel según tus necesidades individuales es fundamental.
