¿Qué tanto conoces o sabes del Pokér? Si la respuesta es nada o casi nada, ¡no te preocupes! Te vamos a explicar un poco de qué va, resulta bastante divertido cuando lo dominas.
¿Sabías que hubo una partida de póker que duró cuatro meses en total? Corrió a cargo de los jugadores profesionales Johnny Moss y Nick “The Greek” en 1949 en el Binion’s Horseshoe Casino de Las Vegas. El póker es definitivamente uno de esos juegos que cautiva y no deja indiferente –¡no por nada ese récord equivale a un tercio de año!–, y que resulta bastante divertido cuando lo dominas.
Ya sea en una partida con amigas o un juego de poker online, seguro que tendrás diversión y emociones al por mayor. Esto nos conduce a una cuestión importante: ¿qué tanto conoces o sabes del juego? Si la respuesta es nada o casi nada, ¡no te preocupes! Te vamos a explicar un poco de qué va, cuáles son las diferencias entre sus principales versiones y algunos tips para que te desenvuelvas como toda una experta.
Un poco sobre el póker
Este gran juego no es una simple novedad: tiene ya casi dos siglos de existir y sus orígenes se remontan a partidas de cartas en Italia, Francia y Alemania hace cientos de años. No fue hasta 1803 cuando en Luisiana –entonces colonia francesa de lo que hoy es Estados Unidos– se importó el “poque” y, años después, Jonathan H. Green propuso las reglas del póker actual. Fue tal el éxito que para 1850 se consideró “juego nacional” en el territorio estadounidense.
Una partida de póker básica consiste jugar con un mazo de 52 cartas inglesas que reparte un crupier o dealer a cada jugador. Las partidas se realizan entre dos o más jugadores, con hasta 9 o 10 participantes por mesa de póker. Para ganar, deberás tener la mejor “mano” sorteando cada ronda de apuestas. La “mano” se obtiene al combinar las cartas privadas que da el crupier a cada jugador con cinco que se colocan al centro de la mesa y que va abriendo por rondas. Las tres primeras cartas que se revelan se llaman “flop”, la siguiente “turn” y, la quinta, “river”. Algunos jugadores descartarán seguir jugando y apostando (“fold”) y, al final, con dos jugadores con la apuesta completa, pasan a mostrar las cartas (“showdown”); también cabe la posibilidad de ganar sin comparar las cartas si todos los jugadores, menos uno, se retiran.
Las diferencias entre las dos versiones Omaha y Hold’em
Existen dos versiones muy conocidas del póker: el Omaha y el Hold’em. Su principal diferencia reside en la cantidad de cartas que recibe de forma individual cada jugador y cómo puede utilizarlas durante la partida. En Omaha, el crupier le dará a cada jugador cuatro cartas de mano (“hole cards”), mientras que en el póker Texas Hold’em solo dos. De las cuatro “hole cards” que tendrás en Omaha, podrá descartar dos, pero las restantes siempre tendrán que usarse para hacer una “mano”. En contraste, el Texas Hold’em permite usar ambas cartas o una. Pongamos un ejemplo práctico:
1. Estás jugando póker Texas Hold’em. Recibes un As de espadas y un 10 de corazones.
2. El crupier revela las cartas de la mesa y hay cuatro de ellas del palo de espadas, la quinta de cualquier otro color.
3. La lógica es que descartes el 10 de corazones que tienes y uses el As de espadas.
4. Al final, tu “mano” es “color”.
Si fuera el caso de Omaha, no podrías formar esta “mano” ya que forzosamente deberías incluir el 10 de corazones en tu “mano” final. Aunque para muchos es más fácil formar “manos” en el póker Omaha, es el Texas Hold’em el que guarda mayor vértigo al tener más variables en juego.
3 tips para volverte toda una experta
Como habrás visto en muchos sitios relacionados al tema, la popularidad del póker Texas Hold’em es mucho mayor frente al Omaha y las opciones para jugar son vastas. Aquí te dejamos tres tips que puedes seguir para que juegues como una experta en reuniones o en alguna partida en línea.
1. No es un juego de azar. Contrario a lo que muchos podrían decirte o pensar, el póker Texas Hold’em no es un juego de suerte, sino de estrategia. Si comienzas con una “mano” que parece débil, echa andar toda tu fortaleza mental para llegar
lo más lejos posible en la partida. Empezar con un 2 de tréboles y un 3 de rombos no es mala suerte, es un reto.
2. No muestres tus cartas. No hablamos de hacerlo de forma literal (lo cual… ¡sería error de principiante!), sino que nos referimos a no ser demasiado evidente en caso de tener una “mano” muy fuerte. Al más experto cazador se le ha escapado la libre por pecar de confiado, así que, ¡no creas que tengas la partida ganada! Ve con precaución y juega inteligente.
3. Vuélvete impredecible. Cambia de estilo de juego cada que sea posible. Comienza con “bluff” y hazles creer al resto que lo sigues haciendo cuando tengas una “mano” muy fuerte.
¡Sigue estos tres consejos para volverte toda una profesional! Ponlos en práctica y verás cómo disfrutarás a lo grande de cualquier partida de póker Texas Hold’em.