El autocuidado a nivel psicológico no tiene por qué implicar una desconexión total del mundo, sino hacerlo de una manera que te haga bien.
Después de una larga jornada laboral, entre tareas pendientes, correos que no se agotan y reuniones infinitas, es normal sentirse realmente agotada. Llegar a casa y no tener ni ganas de pensar en qué cenar o qué serie ver es algo que muchas mujeres experimentan a diario. Si embargo, no debe ser excusa para no otorgarse un poco de cuidado mental, tan importante como el cuidado de tu cuerpo. Darse un espacio propio, aunque sea unos minutos al día, cambia por completo tu ánimo y tu forma de ver las cosas.
El autocuidado a nivel psicológico no tiene por qué implicar una desconexión total del mundo, sino hacerlo de una manera que te haga bien. Hay quienes encuentran paz en una taza de té caliente y otras en actividades que las distraen del estrés cotidiano. Algunas eligen la lectura o las manualidades, mientras que otras prefieren opciones de ocio digital, como probar algún casino con bono por registro donde la diversión y la suerte se mezclan en un entorno ligero y entretenido. Lo importante es que te permitas ese momento tuyo, sin culpa, sin exigencias.
Las siguientes opciones son las más recomendables según los expertos.
- Escucha música que te relaje
Nada como poner tus canciones favoritas para liberar tensiones y, si apetece, cantarlas a pleno pulmón. La música tiene un poder curativo capaz de regular el estado de ánimo y ayudar a desconectar de los pensamientos relacionados con el trabajo. - Sal a caminar sin rumbo
Caminar sin mirar el reloj ni pensar en nada más que en el sonido de tus pasos y ser conscientes del mundo real que te envuelve es una forma de meditación activa. Si puedes hacerlo al aire libre, notarás cómo tu mente se aclara. - Organiza un rincón especial en casa
Dedica un espacio solo para ti en tu hogar, ya sea una esquina con plantas, velas o con libros. Un lugar donde tu mente entienda que es hora de bajar el ritmo. - Prueba una actividad creativa
Pintar, escribir, cocinar o hacer cerámica son actividades que estimulan el cerebro y reducen la ansiedad. Además, sentirás satisfacción al crear algo con tus propias manos. - Date un baño relajante
Un baño caliente con sales o aceites esenciales puede ser tu refugio después de un día intenso. Baja la luz, pon música suave y deja que el agua se lleve el cansancio. - Desconéctate del móvil (al menos un rato)
El exceso de pantallas satura la mente. Intenta apagar el teléfono media hora antes de dormir y dedica ese tiempo a ti. Dormirás mejor y tendrás más energía para ser más productiva al día siguiente. - Dedica unos minutos a la lectura
Leer te transporta a otro mundo y te ayuda a liberar tensiones. Escoge historias inspiradoras o novelas ligeras que te hagan sonreír o clásicos que te mantengan en otro mundo durante el tiempo de lectura, lejos de la realidad. - Practica la gratitud
Cada noche, anota tres cosas buenas que te hayan pasado en el día. Es un hábito sencillo que mejora tu bienestar emocional. - Experimenta con nuevas formas de ocio
Explorar nuevos pasatiempos también puede ser una fuente de alegría. Desde juegos digitales hasta clases online de yoga o danza, la idea es romper la rutina y descubrir lo que te motiva. - Escúchate sin juicios
A veces, lo que más necesitas es quedarte en silencio y escuchar lo que tu cuerpo y tu mente intentan decirte. Aprende a parar sin sentir culpa.
Toda mujer de México debe recordar que el bienestar empieza cuando decide ponerse en primer lugar. Regálate esos minutos de calma para descansar y reconectar contigo misma. Al final del día, los pequeños momentos de autocuidado son los que te devuelven la energía para seguir brillando.

