¿Sabías que la falta de orgasmos puede deberse a un problema de salud? Te decimos las posibles enfermedades o condiciones que podrían estar frenando tu placer sexual. […]
¿Sabías que la falta de orgasmos puede deberse a un problema de salud? Te decimos las posibles enfermedades o condiciones que podrían estar frenando tu placer sexual.
Antes que el erotismo, el amor o siquiera la «técnica» correcta, el primer factor que interviene en el disfrute sexual es el físico: ¿tu cuerpo está en condiciones para experimentar placer o no? De acuerdo con el sexólogo Juan Carlos Acosta, tenemos que asegurarnos que no exista ningún transtorno fisiológico u hormonal que esté dificultando que nuestros estímulos sexuales se despierten con total libertad. «En chicas jóvenes, por ejemplo, ciertas infecciones vaginales o urinarias pueden impedir que su respuesta sexual se lleve a cabo de forma adecuada».
Si hablamos de mujeres que acaban de ser madres, la sensibilidad en sus genitales podría alterarse tras un parto natural. Es común que se presente una ruptura de los músculos del piso pélvico y de los nervios, que en algunos casos resta sensaciones o causar dolor y molestias durante el sexo. Esto se llama dispareunia.
En personas aún mayores, que traviesan por la menopausia, las condiciones físicas de los genitales cambian. La lubricación vaginal disminuye y se puede sufrir cierto grado de vaginismo (constricción involuntaria de los músculos de la vagina), impidiendo la penetración cómoda e indolora.
El sexólogo Acosta calcula que un 25% de los problemas que atiende en su consulta tienen que ver con cuestiones de salud, exclusivamente. «Regularmente hay una situación fisológica que atender, ya sea hormonal o mecánica, pero además de esto, la mujer se siente con poca capacidad de recibir y de dar placer por diferentes causas».
Causas físicas de la pérdida de libido
– Menopausia. La disminución en el nivel de estrógenos afecta la lubricación de la vagina.
– Uso de pastillas anticonceptivas. Al alterar los niveles de testosterona, puede decrecer el deseo sexual.
– Toma de antidepresivos. Estos aumentan los niveles de serotonina, lo cual inhibe la función sexual.
– Enfermedades y condiciones como la diabetes, el hipotiroidismo y la presión alta.
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