Quitemos los estigmas y prejuicios y comencemos a normalizar el acné.
A todas nos encantaría tener una piel de porcelana como la de los famosos coreanos y podemos llegar a gastar mucho dinero en maquillaje y productos de skincare. Si bien tenerle cuidado a nuestra piel está perfecto, el problema viene cuando nos olvidamos de que tener granitos o acné también es perfectamente normal y no tiene que ver necesariamente con una mala higiene. Es hora de que normalicemos el acné, que le quitemos el estigma y aprendamos a verlo como algo completamente normal sin sentir vergüenza.
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Normalicemos el acné: 5 tips para aprender a verlo como algo natural
1. Infórmate: el acné no es causado por falta de higiene
Lo primero, como siempre, es la información. Una de las ideas más comunes que se tienen respecto al acné es que este es provocado por una falta de higiene, comer mucho chocolate, etc. Lo cierto es que, si bien el acné se produce a causa de una acumulación de grasa y células muertas, no significa que sea algo que esté fallando en tu higiene como tal. Las causas son muchísimas: un desbalance hormonal (puede que tomabas pastillas anticonceptivas y de pronto dejaste de hacerlo), cuestiones específicas de tu piel, herencia genética o incluso el estrés (no es que lo cause, pero si ya tienes acné el estrés puede empeorarlo).
Entonces, como ya viste, el acné puede ser causado por muchísimas razones y es algo que a todos puede pasarnos y está bien.
2. No le digas a alguien que «cuide más su cara». El acné requiere tratamiento médico
Como ya vimos, el acné no es algo que esté bajo nuestro control sino que es una reacción del organismo que puede tener diversas causas. Teniendo esto claro, debemos de trabajar en nuestra empatía. ¿Has escuchado hablar de la regla de los 5 segundos? Es aquella que dice que si notas algo en una persona que no puede cambiar en 5 segundos, entonces no le comentes nada. ¿Tiene algo atorado entre los dientes? Adelante, díselo con amabilidad. ¿Tiene acné en la cara? No puede remediarlo ni hacer nada por sí sola, entonces no digas nada.
Muchas personas no lo saben, pero para tratar el acné es necesario ir con un especialista y recibir tratamiento médico. En algunos casos recetaran medicamentos, en otros no, pero si las personas se sienten avergonzadas por su apariencia física y no saben esto, mucho menos se atreverán a buscar ayuda.
3. Entiende que todos podemos llegar a tener acné en algún momento
Una de las formas más efectivas de desarrollar empatía por el otro es ponernos en sus zapatos. Tal vez tú tengas tu carita muy limpia, pero eso no implica que en algún momento puedas padecer de acné. Las mujeres sufrimos una enorme cantidad de cambios hormonales mes con mes que se agudiza especialmente en dos puntos de nuestra vida: cuando comenzamos a menstruar y cuando se acerca la menopausia. En estos momentos el desbalance hormonal es tal que, entre muchas otras cosas, puede provocar acné.
Así que como ya viste es algo súper normal que cualquiera puede tener. No tiene nada de grotesco, ni significa que sea algo que deba causar vergüenza.
4. Atrévete a mostrar tu rostro sin pena en tus selfies
El acné, por lo mismo que tiene este estigma tan pesado, llega a ocasionar que las personas que lo padecen sean inseguras respecto a su apariencia física. Si este es tu caso, entonces te animo a que hagas un ejercicio de valentía y te atrevas a mostrar tu rostro sin pena en las selfies que compartes. Sí, los filtros ayudan mucho y hace que todos nos veamos como modelos, pero no olvidemos que detrás de la foto hay una persona de carne y hueso. Tal vez tu valentía anime a otros y de esta manera las redes sociales comiencen a mostrar a personas cada vez más reales.
Todos los cuerpos son válidos, todos los cuerpos son hermosos por el sólo hecho de ser nuestro primer hogar y nuestro vehículo para toda la vida. Abraza fuerte a tu carita y no temas mostrar al mundo tu belleza.
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5. Sé amable y no hagas sentir incómodas a las personas
Por último, algo tan elemental que suele quedar en el olvido: sé amable. No necesitas tener acné para poder ser una persona empática. Antes de hablar, antes de emitir en cualquier juicio, piensa en el peso que tienen tus palabras y en lo mucho que podrías afectar a alguien. Nada te cuesta ser gentil y al contrario, tal vez seas la persona que comienza a marcar la diferencia con tus actos de amabilidad.
Nadie tiene derecho a hacer sentir incómoda a otra persona con su apariencia física. Ya es hora de que normalicemos el acné como algo súper natural.
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Hagamos de este mundo un lugar más habitable para todos y todas. Comencemos con cambiar nuestro prejuicios y normalicemos el acné como algo completamente natural. No hay fuerza más grande para generar cambios de bien que la amabilidad.
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