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La leche no es como la pintan

Por: Mujer de 10 30 de Marzo
La leche no es como la pintan
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A pesar de ser uno de los alimentos de mayor consumo por tradición, actualmente diversos estudios cuestionan el valor nutricional de la leche de vaca e incluso relacionan […]

A pesar de ser uno de los alimentos de mayor consumo por tradición, actualmente diversos estudios cuestionan el valor nutricional de la leche de vaca e incluso relacionan su consumo con varios padecimientos. 

La inconveniencia de llevar un alimento de alto grado de alcalinidad como lo es la leche a un medio naturalmente acido como el estómago, el proceso de fermentación causado por tal combinación, crea una reacción adversa que es la raíz de una gran cantidad de enfermedades gástricas.

Por si fuera poco, según la Asociación Americana Gastroenterológica (AAG) la leche vacuna es una de las principales causas de alergias. Esto se debe, entre otras cosas, a que a partir de los dos o tres años de edad, el ser humano comienza a producir menos renina y lactasa, enzimas que ayudan a digerirla por lo que se convierte en mucosidad en los intestinos, lo que además de alergias genera intoxicación y una gran cantidad de afecciones respiratorias. De hecho, varios estudios indican que la gente que sufre de acné, palpitaciones, asma, jaquecas, fatiga y/o problemas digestivos, nota una pronta mejoría al eliminar el consumo de productos lácteos.

Las proteínas de la leche vacuna no son compatibles con nuestro organismo pues pasada la edad de la lactancia, el cuerpo pierde la capacidad de sintetizarla lo cual genera graves problemas. La leche que produce cada mamífero es específica para su especie y la naturaleza la ha hecho idónea para las necesidades de su cría y no para las de otra. Sin embargo, el ser humano es único animal en la naturaleza que sigue consumiendo leche después de la edad de la lactancia y que incluso lo hace de otro animal

Investigaciones realizadas por la Escuela de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins (Estados Unidos), el Instituto Nacional de Salud Publica de Morelos (México) y por la Universidad de Harvard (Estados Unidos) relacionan el consumo de lácteos con alergias, asma, artritis, intoxicación, estreñimiento, enfermedad de Crohn, diabetes, estreñimiento,   intoxicación alimentaria, cálculos biliares, piedras en los riñones, migrañas, esclerosis múltiple e incluso cáncer.

Pero no te preocupes si te  gusta tomar leche , existen alternativas de gran valor nutricional como la  leche de soja, de avena, de arroz, de almendras y alpiste

1. La leche de almendras es ideal para etapas de crecimiento ya que contiene alto aporte de calcio, fósforo, hierro y potasio, es rica en proteínas vegetales y ácido linoleíco así como en vitaminas A y E. Al igual que las leches de arroz y avena, ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos.

2. La leche de alpiste es una excelente fuente antioxidantes y ayuda desinflamar órganos internos como el hígado, los riñones y el páncreas.

Para preparar estas leches es suficiente con dejar en remojo el ingrediente en cuestión por aproximadamente seis horas, licuar con agua y colar.

Dr. David Duarte, médico homeópata por el Instituto Politécnico Nacional y médico UNANI por la Universidad de Jamia Hamdard Nueva Delhi

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