Seguramente te has hecho esta pregunta más de una vez. Y entiendes la inmensa frustración que es haber probado cada desodorante del súper sin conseguir resultados. ¿Entonces […]
Seguramente te has hecho esta pregunta más de una vez. Y entiendes la inmensa frustración que es haber probado cada desodorante del súper sin conseguir resultados. ¿Entonces qué es lo que pasa? La respuesta puede ser muy simple.
- No está seca tu piel
De acuerdo a la dermatóloga Jessica Wu unas de las principales razones por las que no está funcionando tu desodorante es porque no le das tiempo de actuar. Muchas veces en las mañanas estamos corriendo por toda la casa, nos bañamos, nos secamos lo más rápido que podemos y en seguida nos ponemos desodorante, sin que la piel esté completamente seca, lo que ocasiona que no se adhiera bien y termine desapareciendo con el primer sudor del día.
- Cambios hormonales
Las mujeres somos más propensas a tener cambios hormonales y puede depender de muchas cosas. Sin embargo, esto puede ser causante de que nuestros productos dejen de funcionarnos como antes.
- No lo distribuyes bien
Si te pones el desodorante a las carreras es posible que no estés cubriendo todos los poros. Esto implicará que tus poros «excluidos» liberen ese aroma desagradable.
- Llevas años con la misma marca
El cuerpo se va acostumbrado y aveces terminamos siendo inmunes desde a una medicina, como a un desodorante que hemos usado desde hace años.
- Exceso de estrés
El estrés provoca una sudoración excesiva y si lo haces en exceso es muy probable que sea demasiado para tu desodorante (y antitranspirante)
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