Yoi, Coach en NeuroTransformación, nos comparte cómo ha sido su lucha contra el cáncer y de qué forma ha logrado ayudar a otras personas
Hubo una época que conté incansablemente mi experiencia frente al cáncer de cerebro porque disfrutaba ver cómo al compartirla sembraba esperanza en quienes la necesitaban.
Por: @yoiberrondo, Coach en NeuroTransformación
Platicaba cómo fue que me salí de las estadísticas médicas al cuidarme con un método integral personalizado reestructurando mis hábitos físicos, mentales, emocionales y espirituales.
¿Qué sigue después de un diagnóstico de cáncer de mama?
Ver esta publicación en Instagram
Hace muchos años, once para ser exactos, después de dos cirugías de cerebro para retirar un tumor, terapias de radiación y quimioterapias, me dijeron que el tipo de tumor que yo tenía siempre regresaría.
Con tratamientos, los médicos buscaban darme cinco años libres de cáncer y yo exitosamente logré alcanzar 10 felices años en salud.
Dediqué esos años a cuidar de mí, leí, estudié e investigué a profundidad todo lo necesario para eliminar cualquier hábito en mi vida que pudiera formar parte de la fórmula que me llevó a la enfermedad al mismo tiempo que probaba e integraba nuevos hábitos para encontrar la fórmula para sanar mi cuerpo y mantenerlo en salud.
¿Cómo me convertí en cáncer coach?
En el proceso y con todo el conocimiento que fui obteniendo, tuve la fortuna de encontrarme en muchas salas sentada con familias enteras, hospitales y cafés con pacientes o familiares de pacientes que buscaban ayuda para enfrentar esta misma enfermedad.
Al ver la necesidad de tantas personas, me sentí impulsada a prepararme más y dedicarme a acompañar a muchas personas que pidieron de mi apoyo en sus procesos.
Después de la pandemia, se presentaron circunstancias difíciles, fuera de mi control, porque a veces así se presenta la vida, con altas y bajas.
Ya no era la enfermedad en mi cuerpo que me forzaba a tomar decisiones para salir adelante, adaptarme a los cambios o aceptar las circunstancias, sino personas muy queridas que vi sufrir por enfermedades crónicas y partir.
7 películas que puedes ver este fin de semana para entender el cáncer de mama
Con estas circunstancias no había mucho que yo pudiera hacer; creo que estos eventos movieron tanto mi esquema, sobre todo mental y emocional que terminé con una pequeña regresión del mismo tumor y que decidieron operar por tercera vez.
Evidentemente fue un golpe duro volver al quirófano, pero me sorprendió verme cruzar este bache con mucha mayor facilidad y ver que existía una paz y una certeza interna de que todo sería para bien, y así fue.
A un año de esa última operación me encuentro hoy escribiendo este nuevo capítulo en mi historia que tiene un matiz diferente; hoy me habla de resiliencia, esa capacidad que muchos hemos sido obligados a desarrollar, esa aptitud de sobreponerse a momentos críticos.
Soy testigo de que los golpes duros, cuando los aceptas, acomodas las piezas, pero también sueltas y te permites ver lo bueno que traen.
Te enseñan a disfrutar y sentir la plenitud en medio de las turbulencias; a tener la certeza de que todo pasará y que cuando pasa te puedes dar la oportunidad de levantarte más fuerte y a la vez más humilde.
Hoy disfruto ser esta versión más libre, más ligera, con menos juicios y menos limitaciones, aceptando la vida como se presenta, en ocasiones acertando, otras equivocándome, riendo de mí, pero volviéndolo a intentar.