<<¡Ya me bajó! Espero no me haya manchado, sino, qué voy a hacer. ¡Qué esto!>> Y a ti, ¿qué momentos bochornosos te han tocado vivir?
No he tenido el gusto de conocer a alguien que de verdad, disfrute y esté siempre de buenas cuando le llega el periodo. Al menos yo, nada más de pensar que ya casi me baja, me da terror. Y es que, no hay mes en el que con seguridad pueda decir <<Sobreviví, no pasé osos>>. El 98% de las mujeres, han pasado al menos una vez por todos estos momentos bochornosos cuando están en sus días. Realmente la menstruación es un tema que nos preocupa, en nuestro buscador siempre habrá cosas como: <<cómo retrasar el periodo por equis razón>>, <<cómo sobrevivir al calor cuando tienes la regla>>, <<cómo dejar de sufrir cuando nos está bajando>>, etcétera. O sea, no inventen. Después de leer este post, ya no sabrás si es momento de llorar o reír.
10 momentos bochornosos que todas hemos vivido durante el periodo
Uno de tantos momentos bochornosos: ya saben que se está bajando
Éste fue el primer oso que pasamos, se dio cuando nos bajó por primera vez. Para las mamás, esto parece un logro y seguro le dijeron a alguien; llámese tías, abuelita, tus amigas, etcétera. Actualmente, puede darse esta situación incluso hasta con el chico que tanto te gusta.
Se nota tu toalla
Las mujeres nos preocupamos mucho por esta parte. Algunas personas, al menos a mí, me han dicho que no pasa, que alucino. Déjame decirte que sí es posible; ya sea por el grueso de la toalla o de la prenda que utilices.
¡Se salió el tampón!
Aunque te esmeres en dejarlo en la posición y el lugar correcto, corres el riesgo de que éste se deslice y termine fuera de tu alcance. Piensa dos veces qué tanta presión o fuerza quieras meterle a tus actividades diarias si estás en tus días. Puede que dejes todo regado. ¡Qué oso!
Se movió la toalla
Te recomiendo asegurarte que el adhesivo quede muy bien en tu ropa interior. De igual modo que tu chon sea de algodón. Muchas ocasiones la toalla se mueve por el tipo de tela que lleves puesta. Créeme, es horrible que camines y de repente sientas cómo media toalla la llevas de fuera. Te recomiendo ocupar bikinis o chones de tiro bajo (hipster), y obvio, que estén apretados.
La toalla se pegó… Adivina dónde
Éste me da un buen de risa. Se leerá desagradable pero en verdad son momentos bochornosos de la vida real. No entiendo por qué, pero en ocasiones, el adhesivo de nuestra toalla queda tan plasmado en la ropa interior que mil lavadas después es cuando logras retirarlo. O peor aún, el adhesivo no queda en tu chon, sino en tu vello púbico. ¡Duele demasiado!
Manchas en el baño
¡Claro que es posible! No puedo creer si a ti no te ha pasado. Cada que entramos al baño, sea para hacer pis o para bañarnos, hemos llegado a dejar manchas. ¡Infinitas y grandes manchas! Hombre, si lees esto, neta que es sin querer. Si tu flujo es abundante, hasta te espantarás por los coágulos. No, no hubo un asesinato en el baño.
Manchas en tu ropa
Esto es un clásico. De repente se nos sale un chorrito y manchamos nuestras prendas. Lo peor de todo es que algunas ya no tienen remedio y quedarán con esa mancha para siempre.
¡No hay papel en el baño!
Es uno de los momentos bochornosos más típicos en la vida de una mujer. En primera, es horrible ir al baño y que no tengas con qué limpiarte, pero es peor cuando sientes cómo la gota de sangre va corriendo por tus piernas y no encuentres la manera de deshacerte de ella. ¡Es desagradable!
Manchas en la cama, la silla, el sillón, bla, bla, bla…
¡Es real! Cien por ciento. Hasta en nuestra propia cama, dormimos con el miedo de dejar rastros. <<Por aquí pasó (tu nombre), seguro estaba en sus días>>
¿Dejaste la llave abierta? Flujo abundante
Lo más horrible es cuando estás súper tranquila, como si nada y muy cómoda, pero de repente, te acomodas o te paras y sientes que todo se sale. Te asustas y es normal, de inmediato piensas que ya te manchaste o que la toalla no te aguantará tremendo flujo.