Desmentimos los mitos más populares
Aún con el paso de los años, el sexo anal sigue dando de qué hablar. Aunque para algunas personas es una práctica común, a otras les parece sucia y arriesgada. Si dentro de tus intereses y los de tu pareja está probar el sexo anal, es importante que tomen en cuenta lo siguiente: hay algunos tabús que debemos dejar claros y hacer a un lado. Toma nota y relájate. Por Guadalupe Celis.
10 beneficios del sexo en tu salud
El placer o el dolor dependen mucho de la previa preparación. El músculo anal es el más estrecho, por lo tanto es indispensable estimular la zona y aplicar bastante lubricante, sobre todo si es tu primera vez, antes de la penetración. Puedes ayudarte de algunos juguetes sexuales, estos deben ser de diferente tamaño para ir relajando el músculo.
En cualquier práctica sexual sin protección corremos el riesgo de contraer alguna infección, el sexo anal no es más ni menos riesgoso. Es importante moderar la velocidad ya que la rapidez y fricción pueden provocar desgarres. Utiliza lubricantes a base de agua.
Claro que sí, incluso se puede llegar al clímax. El ano es considerado una de las principales zonas erógenas debido a la cantidad de terminaciones nerviosas que hay alrededor. El tip está en mantenerte relajada y disfrutar de la estimulación.
¡Para nada! Dicen por ahí que lo clásico es lo de siempre y sin complicaciones: el misionero, de perrito y de cucharita. Lo ideal es que, sea cual sea la posición, tu y tu pareja estén cómodos y no sientan dolor.
Esto sólo es un mito. No existe evidencia de que los músculos de esta zona se debiliten con esta práctica sexual y por su frecuencia. Como ya lo mencioné, lo único que puede pasar es que haya un desgarre por falta de lubricante.
A veces. La realidad es que cuando practiques sexo anal, raramente encontrarás material fecal en preservativos o juguetes sexuales. Tranquila, si llega a pasar es súper normal.
Súper falso, Éstas son causadas por factores relacionados principalmente al estreñimiento, mala alimentación u otras enfermedades. Las hemorroides son muy comunes y no se llevan bien con el sexo anal ya que puede ser doblemente peligroso: si las tienes, no lo hagas.