¿Quieres saber en verdad por qué una persona es delgada? Sometemos a examen las teorías más comunes de por qué las flacas son flacas. Descubramos cuáles aplican […]
¿Quieres saber en verdad por qué una persona es delgada? Sometemos a examen las teorías más comunes de por qué las flacas son flacas. Descubramos cuáles aplican y cuáles no.
1. Así nacieron y por eso se mantienen flacas sin esfuerzo.
Sí, es cierto, hay mujeres muy afortunadas que nacieron delgadas, pero una cosa es nacer y otra permanecer. “Están los factores internos (enfermedades, genética) y los externos (la comida, la cantidad de ejercicio que hacemos). Cada minuto se nos presenta una oportunidad de modificar nuestro peso”, nos dice el doctor Frank Suárez, autor del libro El poder del metabolismo. Así que ser flaca es más una cuestión de moderarse y cuidarse.
2. Su metabolismo es muy rápido, pueden comer lo que quieran.
El metabolismo no es lento ni veloz; más bien, es óptimo o ineficaz, es decir, su función no se mide con base a la velocidad como tal, sino a la eficacia de realizar todos los procesos orgánicos. El metabolismo influye, ayuda o perjudica, pero no es determinante -a menos que exista algún trastorno específico que sí tenga una relevancia directa con la ganancia o pérdida de peso, como el hipotiroidismo o una tiroides demasiado activa-. Si comemos de más, aunque tengamos un metabolismo eficiente, engordaremos. Así que las flacas no son flacas por su metabolismo, sino porque se cuidan.
3. Las flacas no comen o viven a base de ensaladas.
Ésa es la creencia más común, pero es totalmente errónea. De hecho paradójicamente, ésta es la causa principal por la que la gente padece sobrepeso. ¡Por no comer! La clave está en consumir de todo, con moderación, sin obsesionarse. Analiza los hábitos de tu amiga, la flaca, detecta cómo se relaciona con los alimentos, qué come, a qué hora y cuándo. Eso te dará una clave de cómo logra mantenerse en su peso.
4. Se la viven en el gimnasio.
“Mantenernos activos durante gran parte del día, aunque no sea precisamente en actividades deportivas, aumenta la utilización de la energía que obtenemos de los alimentos”, afirma el doctor Suárez. ¿Ya observaste tu día a día? Añade a tu rutina más movimiento, como subir por la escaleras, caminar más o hacer 50 abdominales por la tarde, y comenzarás a ver resultados sin tener que matarte en el gym.
5. No tienen dónde acumular grasa.
Todas las mujeres tenemos adipositos, en menor o mayor medida, programados para reservar grasa. Lo cierto es que estos se forman durante la niñez y la adolescencia, por eso es vital que cuidemos nuestro peso en esa primera etapa de vida, para no desarrollar tanto. Pero, por otro lado, aunque tengamos pocas células grasas, éstas pueden acumular enormes cantidades de grasa. Lo que se traduce en que, sin importar cuánta piel tengamos hoy, mañana nuestro volumen puede aumentar si nos descuidamos.
Pregúntale a tu amiga la flaca cómo se mantiene en su peso o comparte tú tus métodos para ser flaca.
