Para tener unas cejas perfectas, no basta con saber delinearlas, también es necesario conocer tu rostro y tus facciones y aquí descubrirás el por qué. Las cejas, […]
Para tener unas cejas perfectas, no basta con saber delinearlas, también es necesario conocer tu rostro y tus facciones y aquí descubrirás el por qué. Las cejas, también ayudan a encuadrar tus ojos y a crear simetría en todo tu rostro. Sigue estos pasos para lograr unas cejas perfectas y bien definidas.
Antes que nada, identifica si tienes un rostro simétrico.
1 Mide el ancho de tu rostro y el espacio que está entre ellos, los dos deben de ser del mismo tamaño. Si no miden lo mismo, quiere decir que tu cara no es simétrica y debes ayudar con tus cejas a crear armonía en tu rostro.
2 Mide la altura del tu ojo y del espacio que existe entre tu ojo y el párpado. Estos dos deben ser iguales.
Crea simetría
3 Traza una línea imaginaria que vaya del lado más sobresaliente de la lateral de tu nariz hacia tu frente. Así sabrás dónde debe comenzar tu ceja.
4 Dibuja otra línea imaginaria que comience de la lateral de tu nariz hasta que pase por la esquina exterior de tu ojo, así sabrás dónde debe terminar tu ceja.
5 El punto más alto de tu ceja, lo vas a encontrar creando una línea recta que vaya del final de tu iris hacia tu ceja. Si no está ahí, procura depilarla de forma que logres tenerlo en ese punto.
Ya conociendo estos puntos, puedes comenzar a depilar tu ceja y dar una forma adecuada y simétrica con tu rostro.
Para empezar a depilar, conoce los distintos métodos de depilación:
Cera fría o caliete:
Es el más accesible y cómodo, porque permite extraer una cantidad importante de vello, principalmente en zonas difíciles, como las sienes y sobre el entrecejo. Esta técnica es recomendada para gente con cejas pobladas y para quienes se depilarán por primera vez, debido a la cantidad de vello a retirar.
Pinzas:
son un instrumento de precisión que nos permite extraer aquellos vellitos solitarios que con la cera no se eliminan. Para extraer el vello, sujétalo lo más pegado a la raíz posible y extráelo con un fuerte jalón en la dirección del crecimiento, asegurándote de que salga por completo, desde la raíz.
Con hilo:
es una técnica muy antigua, utilizada desde hace cientos de años por los persas e indios. Consiste en torcer unos hilos de algodón sobre el vello, para retirarlo cuando se enreda en ellos. Es muy conveniente para la piel sensible, ya que no causa tanta irritación como otros métodos. La técnica es rápida, precisa, indolora y eficaz, ya que extrae todos los vellos sin importar qué tan pequeños sean. El contra es que no es un método que puedas hacer tú misma, sino que debes acudir con un especialista.
Perfilador o tijeras:
El primero es una especie de navaja, que recorta los vellitos desde el nacimiento, pero no desde la raíz, por lo que éstos vuelven a crecer rápidamente. Respecto a las tijeras, se usan para cortar los extremos de las cejas rebeldes. Si o tienes tiempo de depilarte en forma, puedes combinar estos dos métodos y sacarte de cualquier apuro.
Ahora si, ¡LA DEPILADA!
1. Ya que tengas marcada la forma de tu cara, empieza a depilar la tu ceja. Como mencionaba en los puntos anteriores, si tienes cejas muy pobladas, puedes utilizar cera y ya que esté depilada, puedes terminar de remover los vellos que quedan con pinzas. Si tienes las cejas delgadas, puedes depilar sólo con las pinzas.
2. Elimina los vellos largos. Peina hacia arriba tus cejas con ayuda de un cepillo pequeño para marcar los vellos largos que necesitan recortarse. Con ayuda de las tijeras, recorta los vellitos y ten cuidado de no cortar de más.
3. Si tienes huequitos en tus cejas, utiliza un lápiz para rellenar los espacios. Procura pintar lineas en forma de vellitos para que no se vea una plasta de pintura.
Con información de Revista Fernanda