Llevo casi siete años de ser editora de bodas y, a lo largo de este camino, me he dado cuenta de la analogía que existe entre la […]
Llevo casi siete años de ser editora de bodas y, a lo largo de este camino, me he dado cuenta de la analogía que existe entre la organización de la boda y el matrimonio. El objetivo de este artículo es profundizar en el tema para explicarte exactamente a lo que me refiero y lo pongas en acción.
La mayoría de las mujeres crecemos escuchando cuentos de princesas, como el de la Cenicienta (mi favorito), la Bella Durmiente o la Bella y la Bestia, que se quedan en el “vivieron felices para siempre” y que inocentemente hacen que, desde pequeñas, nos forjemos una idea parcial de lo que es el matrimonio.
Si en este momento te encuentras en la organización de la boda, o estás por comenzarla, es primordial que tanto tú como tu novio tengan claro que la realidad no será la fiesta (que durará unas cuantas horas), sino lo que vendrá después, en otras palabras, la vida real del matrimonio.
Parto de que la organización de la boda tiene dos caras que se dan en diferentes momentos y en distinto orden:
- La primera se caracteriza por ser la positiva. Una pareja con planes de boda, vivirá dicha etapa con ilusión, felicidad y emoción.
- La segunda, por el contrario, se inclina hacia el estrés, los desacuerdos y las discusiones que siempre surgen.
Cuando la pareja comience a experimentar la segunda se dará cuenta que la planificación será más difícil de lo que parece y que lo mejor será percibir a tiempo la relación que existe entre la organización de la boda y el matrimonio que les mencionaba al principio. Me explico a continuación.
La organización de la boda tiene que ser vista como un ensayo del matrimonio, es decir, de lo que vendrá después del “hasta que la muerte los separe.”
No es una regla pero definitivamente tiene lógica: “Cómo resuelvan los problemas que surjan a lo largo de la organización de la boda dirá mucho del cómo los solucionarán en la vida de casados,” que créanme serán más serios o complicados que, por ejemplo, qué flores o qué papel de invitaciones elegir. Por cierto, mira estos ocho errores a evitar en la organización, ya que en esas andamos.
Puedes estar segura que si durante la organización de la boda la pareja tiene en mente practicar aptitudes como comunicación, tolerancia, paciencia, negociación, respeto, escuchar, interés, objetividad, ceder, empatía, etcétera para la toma de decisiones y arreglo de complicaciones que aparezcan durante los meses de planeación, ya tendrá parte del camino ganado para la formación de un matrimonio estable y exitoso.
En conclusión, no te pierdas en la organización de la boda, dale prioridad a lo que es realmente importante. Recuerda que esta etapa te ayudará a conocer más a tu futuro esposo y a reafirmar si de verdad quieres estar con esa persona el resto de tus días. También, o
Una pareja con planes de boda vivirá dicha etapa con ilusión, emoción y felicidad, lo que no significa que esté exenta de estrés, discusiones, desacuerdos y problemas.
Claro que cuando un matrimonio esté construido sobre las base del amor, la confianza, el respeto y la comunicación todo será más sencillo, sin embargo la realidad es que el casarse para compartir una vida no es fácil. ¿Tú que piensas? Comparte tu opinión.
