Enviar fotos sexys puede ser una experiencia divertida, empoderadora y hasta parte de una conexión íntima con tu pareja. Sin embargo, antes de presionar “enviar”, es importante […]
Enviar fotos sexys puede ser una experiencia divertida, empoderadora y hasta parte de una conexión íntima con tu pareja. Sin embargo, antes de presionar “enviar”, es importante hacerlo con conciencia y sabiendo que, aunque confíes en la otra persona, siempre hay riesgos que vale la pena considerar.
Selfie vaginal: Consecuencias y recomendaciones
Aquí te contamos lo que debes tener en cuenta para que ese momento íntimo no termine en una situación incómoda… o peor, en una pesadilla digital.
Lo más importante es recordar que nadie debe presionarte a mandar una foto íntima. Si lo haces, que sea porque tú lo deseas, no por obligación o chantaje emocional.
Además, aunque confíes en tu pareja, no sabes qué pueda pasar con esa imagen en el futuro. Por eso, cuidarte es un acto de amor propio, no de desconfianza.
7 consejos para que el sexting con tu novio sea placentero
Una foto sexy no tiene que ser explícita. Puedes jugar con la sugerencia, usar ropa interior, un encuadre estratégico o hasta una sombra. A veces, lo que no se ve es lo que más atrae.
Recuerda que entre más explícita sea la imagen, más vulnerable te vuelves en caso de que esa foto llegue a manos equivocadas.
Evita enviar fotos íntimas por redes sociales o apps que no tengan cifrado de extremo a extremo. Algunas opciones como Signal o Telegram ofrecen mayor protección que WhatsApp o Instagram.
Y jamás, pero jamás, las envíes desde una computadora pública o prestada.
Una regla de oro: si decides enviar una foto íntima, cuida que no se vea tu cara, tatuajes, lunares reconocibles o elementos como el fondo de tu cuarto. Entre menos huellas personales, más seguridad tienes.
Sexting y el grooming: ¿qué es y cuáles son sus diferencias?
Una vez que envíes la foto, bórrala del chat, de tu galería y de la nube si es necesario.
Si prefieres guardarla, usa carpetas privadas o apps con contraseña. No la dejes suelta en tu carrete junto con tus fotos familiares o laborales.
Si alguna vez te sientes en riesgo porque alguien compartió tu foto o te amenaza con hacerlo, no estás sola. En México, existe la Ley Olimpia que protege a víctimas de violencia digital. Puedes denunciar y recibir apoyo legal y psicológico.
Enviar una foto sexy es una decisión muy personal. Hazlo solo si te sientes segura, confiada y con todas las precauciones necesarias. Porque sí, puedes disfrutar de tu sensualidad sin dejar de cuidarte.
Y recuerda: lo más sexy que puedes tener… es el control de tu privacidad.