Tuve tanto miedo de que llegara el día en que tendría que despedirme de ti, que pensé que no lo iba a poder soportar. Tus palabras, tu […]
Tuve tanto miedo de que llegara el día en que tendría que despedirme de ti, que pensé que no lo iba a poder soportar. Tus palabras, tu apoyo no fueron diferentes a las que siempre tuviste mientras duró, tal vez eso me hizo sentir más fuerte y decidida. ¡Era lo mejor para los dos!
Estas lágrimas que ves correr no son sólo de dolor, también son de mucha esperanza, de tranquilidad, de saber que nuestro camino seguirá unido para siempre. Odio decir adiós y más cuando no estoy lista para hacerlo, ahora es diferente, tengo paz porque me enseñaste a crecer, aunque no puedas verlo, soy una antes y otra después de ti.
Antes lloraba de rabia, desesperación, frustración, de ego, cuando los cuentos de «hadas» terminaban… ya nada es igual, porque descubrí el verdadero significado del amor, un amor maduro que sabe decir adiós para no salir más herido de lo que puede ya ser una separación.
¡Me va a costar la vida! el no buscarte, el no llamarte el no poder saber qué es de ti, y cómo la estás pasando. Es un periodo que debo soportar para poder asumir que las cosas tienen que ser de este modo.
Quiero que no te preocupes por mí, voy a estar bien y si lloro, no es de dolor, es porque te extraño, te amo y sé que lejos estamos mejor…
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