No sé cómo comenzó, de repente estaba saliendo con un chico y al día siguiente era otro diferente. Así durante varios meses, algo estaba descontrolado dentro de […]
No sé cómo comenzó, de repente estaba saliendo con un chico y al día siguiente era otro diferente. Así durante varios meses, algo estaba descontrolado dentro de mí, lo único que necesitaba era un poco de compañía y cariño, ¿qué de malo tiene eso?
Con ninguno jugué, siempre solté las cartas sobre la mesa sobre la situación por la que estaba pasando, claro, no buscaba nada serio, y no es porque alguno no fuera de mi agrado, simplemente no tenía la disposición de entrar en una relación formal con todo lo que eso implica.
Sería poner mi cara de niña buena frente a la familia, asistir a reuniones que no concuerdan con mi manera de ver las cosas, atarme a no salir a donde se me pegue la gana, ¡no lo necesito, no ahora!
Nadie quiere salir de una relación tóxica para entrar a otra y resultar de nuevo, gravemente herida. Lo que yo busco es distraerme, la verdad es que es complicado estar sola, paso días en casa encerrada pensado si podré soportar estar conmigo misma, y la respuesta es no… Ahí el problema de buscar al que esté disponible en el momento que yo lo decida.
No sé si llamarlo un problema, ellos, los hombres, lo hacen la mayoría del tiempo. Van picando de flor en flor hasta encontrar a la adecuada… Tal vez estoy intentando lo mismo.
La gente se atreverá a juzgarme una y otra vez, la respuesta es «por eso decidí estar sola», no estoy lastimando a nadie, bueno sin tomar en cuenta lo que está ocurriendo en mi interior. ¿Parar? por ahora no tengo la menor intensión de hacerlo, creo que la vida se encargará de poner todas las piezas en su lugar para que logre tener lo que realmente quiero.
Y si debo responder a lo que realmente quiero, sería la misma historia de mi adicción por los hombres. Simplemente no estoy interesada en responder, ni dar marcha atrás.
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