Tras varias decepciones amorosas me he dado cuenta que el hombre perfecto sí existe, sí así como lo lees, ese príncipe azul por el que has estado […]
Tras varias decepciones amorosas me he dado cuenta que el hombre perfecto sí existe, sí así como lo lees, ese príncipe azul por el que has estado esperando toda tu vida puede estar a tu lado.
Conocí a ese hombre varias veces, con diferentes nombres, el primero en mi vida fue un gran amigo que aún conservo y creo que estará a mi lado toda la vida. Él me enseñó el gusto por la lectura, por el buen cine y algo de música que no comprendía en su momento, pero ahora es mi favorita. ¿Por qué terminó? porque éramos unos inexpertos, a nuestra corta edad no supimos dejar de lado los celos, los berrinches, las ganas de estar con alguien más, y mil problemas más. Pero sin lugar a dudas era perfecto, su apoyo incondicional, el descubrirnos por primera vez, todo fue tan mágico…
Después fue un relámpago cómo este hombre apareció a mi vida, porque déjame decirte, yo lo escogí, así como escoges unos zapatos del mostrador que tanto te gustan. Sí él fue una de las personas más importantes en mi vida y su ausencia llenó mi existencia de un gran vacío… Esta vez fue una tercera persona la que acabó con la relación, pero por qué era perfecto. Pues era su princesa, todo el tiempo vivió para complacerme, para hacerme sentir que estaba viva y respiraba.
A partir de entonces mi vida se partió, me desencajé de este mundo y comencé a vivir una vida que no me pertenecía, en ese camino encontré a muchos hombres perfectos, muchos tuvieron detalles que jamás voy a olvidar. Todo eso me hizo crecer, madurar y decidir que era momento de encontrar al hombre perfecto.
Fue ahí cuando me di la oportunidad nuevamente de sentir lo que era el amor, y sí que lo sentí… Él también era un hombre perfecto, un hijo ejemplar, preocupado siempre por sus gustos y su vida (vaya que cuestionaba su actitud). Para mi cada momento compartido fue inolvidable, mi corazón vuelve a saltar cada que recuerdo los buenos momentos. Aquí aprendí que el sufrimiento es opcional, mientras que el dolor es inevitable, la ruptura hoy en día sigue doliendo. Pero no hay nada, como reconocer que hubo cosas que me enseñaron lo que la vida significa.
Hoy mi corazón está en paz, comienzo a ver que el hombre perfecto sí existe, todo es cuestión de cómo mires las cosas, tal vez habrá daños irreparables, pero para mi son perfectos porque sentí, soñé, viví, amé… y sobre todo aprendí a crecer.
¿Cuántos hombres perfectos has encontrado en tu vida? Seguramente varios como es mi caso…