La SCJN confirma el abuso y daño moral contra Sasha Sokol. Luis de Llano es condenado sin posibilidad de amparo.
Tras años de lucha y revictimización pública, Sasha Sokol logró una sentencia histórica: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó por unanimidad que Luis de Llano abusó sexualmente de ella cuando era menor de edad. Este fallo no sólo valida su testimonio, sino que también abre la puerta para que otras víctimas puedan buscar justicia, incluso décadas después de los hechos.
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Sasha Sokol hizo pública su denuncia el 8 de marzo de 2022, en el marco del Día Internacional de la Mujer, a través de un mensaje en sus redes sociales. En él, reveló que había sido víctima de abuso por parte del productor Luis de Llano cuando tenía solo 14 años y él 39. Su testimonio generó un profundo impacto en la opinión pública, no solo por la gravedad de los hechos, sino por haber sido silenciados durante décadas. Poco después, el 16 de junio de 2022, Sasha interpuso una demanda civil por daño moral, lo que marcó el inicio de un proceso legal que hoy sienta un precedente histórico en México.
La SCJN negó el amparo solicitado por Luis de Llano y ratificó la sentencia por abuso sexual y daño moral contra Sasha Sokol. El fallo señala que el daño moral y psicológico persiste en el tiempo, y por ello la acción civil es imprescriptible: es decir, no importa cuántos años hayan pasado, las víctimas pueden demandar.
La Corte reconoció que las víctimas de abuso sexual infantil tardan años, incluso décadas, en entender lo que vivieron y en tener las herramientas emocionales, sociales y legales para denunciar. Esta sentencia sienta jurisprudencia, lo que significa que aplica a todos los tribunales del país y protege a quienes sufrieron abuso en la infancia.
Además del reconocimiento del abuso, el productor deberá:
En su comunicado de prensa, Sasha señala que esta sentencia va más allá de su caso personal. Subraya que el abuso no solo se manifestó en los actos cometidos cuando era adolescente, sino también en la manipulación de la verdad, el descrédito y las declaraciones públicas que negaron su experiencia.
“A los catorce años no tuve herramientas para comprender lo que me estaba pasando, mucho menos para defenderme.”
Este reconocimiento judicial no borra el dolor, pero sí estabiliza la verdad, y con ello, inicia un proceso de reparación y empoderamiento para las víctimas.
Aquí puedes ver su comunicado completo:
La Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmó por unanimidad la condena en contra de Luis de Llano al probarse que cometió abuso sexual.
La Corte le ha negado el amparo. Ya no existe una instancia más alta en la justicia mexicana: deberá aceptar las consecuencias de sus actos.
Esta sentencia trasciende por mucho mi caso personal y abre la vía del juicio civil para otras víctimas, ya que la Primera Sala de la SCJN ha declarado la imprescriptibilidad de la acción civil en casos de abuso sexual de menores.
Desde ahora, cuando esté lista, cada víctima podrá acceder a la justicia y a la verdad.
Ninguna sentencia, por sí sola, tiene la capacidad de reparar tanto daño, pero valoro profundamente que el proyecto del Ministro Jorge Pardo Rebolledo valide el proceso que vivimos las víctimas al reconocer que:
“…en casos de abuso sexual en contra de menores existen tres problemas para efectos de la prescripción…: (i) el paso del tiempo necesario para que la víctima asimile los hechos e identifique plenamente su carácter de víctima; (ii) el paso del tiempo para entender que determinados daños fueron causados por la violencia sexual; y (iii) la lucha interna que existe en las y los sobrevivientes para tomar valor y acudir a las instancias judiciales…”
Y establece que la prescripción realmente representa una sanción para la víctima si no demanda en un plazo determinado, considerando que:
“… son víctimas de violencia sexual sobre hechos que acontecieron cuando eran menores de edad y que causaron secuelas gravísimas en sus mentes que no terminan de desarrollarse o entender hasta que pasa el tiempo y cuentan con madurez, redes de apoyo o cualquier situación que permita comprender lo que sucedió”.
A los catorce años no tuve herramientas para comprender lo que me estaba pasando, mucho menos para defenderme.
El abuso de Luis también sucedió al manipular la verdad con declaraciones falsas como que mis papás estaban de acuerdo, o incluso mintiendo ante el juzgado al declarar que la relación no había existido más que “en la mente de una niña fantasiosa”.
Por eso la justicia lo ha condenado por el abuso continuo; desde la relación sexual hasta el daño moral que violentó mi dignidad, integridad física, intimidad y honor.
Llevar las cosas hasta aquí me ha devuelto la capacidad de acción. Hoy tengo en mis manos las riendas de mi vida y puedo cuidarme.
Estabilizar la verdad es el principio de la reparación.
Sasha Sokol
La sentencia reconoce que el silencio forzado, la manipulación emocional y el desequilibrio de poder entre un adulto y una menor son formas de abuso. Y rompe con la idea de que las víctimas deben denunciar de inmediato para que su caso sea válido.
Casos como el de Sasha Sokol son más comunes de lo que parece, pero la diferencia de edad, la fama, el poder o la intimidación hacen que muchas mujeres no hablen hasta años después, si es que lo hacen.
Ahora, todas las personas que hayan sido víctimas de abuso sexual en su infancia o adolescencia podrán buscar justicia civil, sin límite de tiempo. La Corte ha dejado claro que la verdad no caduca.
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