Las mujeres han demostrado ser lideresas exitosas.
El año 2024 marca un antes y después para México, pues en él la sociedad tuvo a las primeras mujeres candidatas a la presidencia y como resultado, a la primera mujer presidente en un país en el que el voto femenino apenas llevaba 71 años existiendo.
De acuerdo con Karolina Gilas, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), las mujeres lideresas “suelen comprometerse con causas de género”. La académica cita varios ejemplos en un artículo de la Gaceta de la UNAM.
Por ejemplo, Michele Bachelet en Chile, que creó el Ministerio de la Mujer y la Igualdad de Género, impulsar cuotas de género y despenalizar el aborto. Por otro lado, Angela Merkel impulsó la integración femenina en el mercado laboral, mejoró el sistema de cuidados y acrecentó el acceso a guarderías a las madres que lo requerían en Alemania.
Melissa Amezcua, reportera independiente y estudiante de posgrado en estudios de género, señala con palabras de Emma Goldman que no se puede simplemente concluir que una mujer logrará todo aquello que un hombre no ha hecho.

Así, tenemos también mujeres con las cuales no ha habido un “liderazgo transformador”, como “Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y Dilma Rousseff en Brasil, quienes se limitaron a promover algunos apoyos sociales para las mujeres”, apunta Gilas.
¿Por qué la coleta de Claudia Sheinbaum se convirtió en un símbolo para su campaña?
Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidente de México y sus implicaciones
Claudia Sheinbaun es la primera mujer presidente en el país, y desde el momento uno de su elección ganada, puso el ojo en que este será un sexenio aliado de las mujeres.
Pero más allá de que su gestión esté dirigida a buscar una igualdad sustantiva, tiene varias implicaciones significativas en términos políticos, sociales y culturales.
1. Una primera vez para las mujeres en México
Claudia Sheinbaum, la primera presidente mexicana, es un hito histórico en la política del país. Su elección marca un avance en la igualdad de género y rompe con siglos de predominio masculino en la esfera política.
2. Representación femenina
Al ser la primera presidente, tiene la expectativa de representar los intereses y perspectivas de las mujeres en el más alto nivel del gobierno, lo que podría resultar en políticas y programas que aborden de manera más efectiva las necesidades y desafíos específicos que enfrentan las mujeres en México.
3. Inspiración y empoderamiento
La elección de una mujer como presidenta podría inspirar a más mujeres a participar en la política y a aspirar a cargos de liderazgo. Las nuevas generaciones crecerán con una mujer presidente y esto fomentará un mayor empoderamiento femenino en todos los niveles de la sociedad.
4. Cambio en las dinámicas de poder
La gestión de Claudia Sheinbaum podría generar un cambio en las dinámicas de poder y en la toma de decisiones dentro del gobierno y en la sociedad en general. Desafiar las estructuras patriarcales arraigadas y promover una mayor diversidad y representación en los espacios de liderazgo es una de las formas en las que lo podría hacer.
5. Impacto en políticas públicas
Una presidenta podría impulsar políticas públicas dirigidas a abordar cuestiones como la igualdad de género, la violencia contra las mujeres, el acceso a la educación y la atención médica, entre otros temas que afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas.